Hernán Cortés |
Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamirano, más conocido como simplemente Hernán Cortés, ha sido uno de los españoles más célebres del continente americano inmediatamente después del descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón. Cortes, entre los años 1519 y 1521, fue el conquistador del imperio azteca, lo que hoy sería México central , en nombre del Rey de España Carlos I. Tras un largo tiempo de enfrentamientos, la ciudad de México-Tenochtitlán, se rindió ante los reiterados intentos españoles por dominarla.
Había zarpado desde Cuba con 11 barcos, 600 hombres, 16 caballos y 14 piezas de artillería. Los buques de Hernán Cortés llegaron a la desembocadura del río de Grijalva, junto a la ciudad de Potonchán, donde ya habían parado las dos expediciones españolas anteriores y ambas fueron atacadas por los nativos mayas. En una de esas batallas cayó gravemente herido el capitán Hernández de Córdoba y a causa de esas heridas moriría posteriormente en Cuba. También fue atacada la expedición de Grijalva pero en esta ocasión los daños no fueron tan cuantiosos y pudieron continuar con sus exploraciones.
El recibimiento de los nativos a esta nueva expedición extranjera no fue mucho más amable: miles de indios chontales armados con todos sus aparejos y pinturas de guerra esperaban en la costa. Una canoa con los caciques más importantes llegó cerca de las naves españolas preguntando que qué querían e invitándoles a que se fuesen por donde habían venido. Respondió Jerónimo de Aguilar tratando de convencerles de que sus intenciones tan solo eran las de comerciar, recoger agua y proseguir con su viaje, pero los caciques les respondieron que no se acercasen a la costa, que si lo hacían serían inmediatamente atacados.
Ante esta postura Cortés decidió enviar disimuladamente al capitán Alonso de Ávila con cien soldados a la playa e intentar llegar a Potonchán a través del estrecho camino que había que seguir desde la playa, que fue donde ocurrió la masacre de españoles del año anterior, cuando lo de Grijalva. Pero esta sería una maniobra de distracción porque simultáneamente al ataque de Ávila Cortés, con el resto de los hombres, ascenderían río arriba en sus bateles para atacar la ciudad por otro punto. Pero esta estratagema no salió bien, cuando llegaron al lugar en el que calculaban que podían desembarcar se encontraron con multitud de indios esperándoles tanto en tierra como en canoas.
La Batalla de Centla fue el enfrentamiento ocurrido el 14 de marzo de 1519, en el cual los indígenas mexicanos maya-chontales, dirigidos por su cacique Taabsascoob, se enfrentaron con los españoles comandados por Hernán Cortés.
La batalla no se hizo esperar, los indios lanzando flechas y los españoles con las ballestas. Poco a poco consiguieron que los mayas se echasen un poco atrás permitiéndoles el desembarco, no sin problemas, y tomar posesión de la cabeza de playa. Tras conseguirlo los españoles se lanzaron en dirección a Potonchán, espada en mano, venciendo la resistencia indígena hasta que se llegó al mismo centro urbano en el que se encontraba el templo mayor provocando la estampida general chontal.
Una vez establecidos y asegurado el puesto Cortés realizó la ceremonia de toma de posesión de la ciudad en nombre de Su Majestad y organizó sin dilación alguna dos expediciones para rastrear los alrededores: una capitaneada por Pedro de Alvarado y otra al mando de Francisco de Lugo, con la orden de volver antes del anochecer.
El capitán Lugo y sus hombres al poco de salir se encontraron con un nuevo ejército maya dispuesto a atacar. No tardaron en hacerlo produciéndose una dura batalla en la que la victoria maya parecía inminente, el ejército extranjero no estaba al completo, pero todo cambió cuando Cortés y otros trece jinetes españoles montando sus caballos aparecieron en el campo de batalla. La sola visión de aquel magnífico animal provocó el pánico entre las tropas mayas y su disolución.
Al día siguiente, embajadores enviados por Taabscoob llegaron al campamento español con obsequios. Le traían la petición de paz junto a multitud de regalos, pues según la tradición de los indios el perdedor debía dar obsequios al ganador, entre los regalos había oro, joyas, jade, turquesa, pieles de animales, animales domésticos, plumas de aves preciosas y veinte esclavas, entre las que se encontraba Malinche, hija de un cacique, que llamó la atención de Cortés por su porte y belleza y se la entregó al capitán Alonso Hernández Portocarrero. Más tarde la adoptaría como intérprete ya que dominaba tanto la lengua maya como la mexica, el nahuatl. Fue una pieza clave en la conquista del imperio mexica, con sus servicios de traducción junto a Jerónimo de Aguilar, facilitaron las relaciones de los españoles con los pueblos americanos.
Al igual que haría con todos los pueblos derrotados y siguiendo las órdenes reales de evangelización de los nativos Cortés les enseñó la religión cristiana y su simbología: el altar, la cruz y la imagen de la virgen, y les conminó a acogerse a ella como su nueva religión y a ser súbditos del emperador Carlos, que, según él, les defendería y ayudaría como amigos y aliados que ya eran. Allí mismo fundaron el 25 de marzo la villa de Santa María de la Victoria, primera población hispana creada en territorio mexica.
Tras varios días de descanso y recuperación, sobre todo para los heridos, que eran muchos, Cortés ordenó seguir el viaje por las costas mexicanas hasta llegar a San Juan de Ulúa reconociendo los lugares que visitó Grijalva en la expedición anterior. Allí arribaron el 22 de abril de 1519 y fundaron la Villa Rica de la Vera Cruz, que más adelante se convertiría en una de las ciudades más importantes del Nuevo Mundo por ser puerto de entrada a toda Nueva España y Norteamérica. La conquista de México concluyó con la toma de Tenochtitlán en agosto de 1521, acontecimiento que dio paso al establecimiento del régimen colonial español en tierras mexicanas.
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