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domingo, 20 de septiembre de 2015

Cine e Historia - "Enemigo a las Puertas"

Título original: Enemy at the Gates (“Enemigo a las puertas” en España, “Enemigo al acecho” en Hispanoamérica)
Año: 2001
Duración: 126 min.
Coproducción: Alemania - EE.UU. - Reino Unido - Irlanda
Director: Jean-Jacques Annaud
Guión: Alain Godard & Jean-Jacques Annaud
Música: James Horner
Fotografía: Robert Fraisse
Reparto: Jude Law, Joseph Fiennes, Rachel Weisz, Ed Harris, Bob Hoskins, Ron Perlman, Eva Mattes, Gabriel Thomson, Matthias Habich, Sophie Rois, Ivan Shvedoff, Hans Martin Stier, Clemens Schick, Mikhail Matveyev, Alexander Schwan



Sinopsis

Año 1942. Stalingrado. En el medio de las ruinas de la ciudad dos potencias, la Unión Soviética y Alemania, miden sus fuerzas en una batalla que se antoja crucial para el devenir de los posteriores acontecimientos y que acabará siendo una de las más duras de la Historia. En medio de dicha confrontación un hombre empieza a despuntar como francotirador: Vassili Zaitsev (Jude Law). Tras conseguir rescatar al comisario político Danilov (Joseph Fiennes) de posiciones alemanas, ambos catapultan sus destinos y se convierten en emblemas de la lucha soviética contra los nazis a través de las muertes causadas por la puntería de Vassili Zaitsev y la labor propagandística de Danilov. Sin embargo, todo cambia cuando irrumpen en la escena dos personajes: Tania, una soldado del Ejército Rojo, de la que ambos se enamoran, y el mayor König (un genial Ed Harris), un oficial alemán y notable francotirador enviado expresamente para acabar con el tirador ruso que tanto daño les ha causado. El prometedor destino de Zaitsev, parece estar en dificultades.


Los hechos

El 20 de septiembre de 1942, Zaitsev fue a Stalingrado con la 28ª División de Rifles. Gracias a sus hazañas que lo hicieron un héroe nacional, su fama cruzó las fronteras e hizo que los alemanes le tomaran un interés excesivo. Se dice que El SS-Standarteführer Heinz Thorvald fue asignado por el propio SS-Reichsführer Heinrich Himmler para matar al francotirador soviético Vasili Záitsev que había causado más de ciento cincuenta bajas entre las filas alemanas, la mayor parte de ellas de oficiales de alto rango. Según la propaganda soviética el supuesto "mayor König" cayó en acto de combate contra Zaitsev en Stalingrado en el año 1942, del que conocían de su presencia tras enterarse de la misión de König gracias a la interrogación de un prisionero alemán.

El francotirador fue la llave para acosar y desmoralizar el ataque de las fuerzas alemanas. Los francotiradores implicados se convirtieron en héroes soviéticos. Uno de ellos era Vassili Zaitsev. Se volvió famoso después de que la prensa descubriera que logró 40 muertos en un período de diez días.

Él usaba una ronda de tiros simples cuando elegía sus blancos. Esta habilidad que él tenia la aprendido mientras cazaba ciervos en los bosques cercanos a Elininski, su hogar en las colinas de las montañas de Ural.

Zaitsev en Stalingrado - 1942
La historia de Vassili Zaitsev siempre ha sido creída como un completo hecho histórico. Sin embargo, no hay ninguna prueba documentada del legendario duelo entre los francotiradores Zaitsev y Konig. Se cree que el comando soviético inventó esta historia para inspirar a sus tropas cercadas en Stalingrado en sus horas más oscuras de luchar contra el ejército alemán.

Luego de ser abatidos dos francotiradores soviéticos, Zaitsev comenzó a perseguir a Konig. El duelo duró por varios días. Durante este tiempo König mató a un Oficial de Relaciones Públicas llamado Danilov, que era el encargado en duelo de la propaganda soviética (Danilov acompañaba Zaitsev y en un acto desesperado y estúpido reveló su posición para que acabara con el alemán). En realidad, quien acompañaba a Zaitzev era otro tirador de apellido Koulikov, pero en la película es el Oficial de Relaciones Publicas Danilov, quién ayuda a Zaitsev a matar a Konig. Esto se hizo con el fin de adaptar el guión para la película. Finalmente, König comete el fatal error de exponerse para confirmar la muerte, y Zaitsev le dio el tiro que lo mató.

Sin duda hubieron muchos duelos que ocurrieron entre francotiradores. Sin embargo, cuesta creer que el alto comando alemán enviara a buscar al principal instructor de su escuela de francotiradores, solo para encontrar y matar a un francotirador soviético. 

El problema de base de “Enemigo a las puertas” reside en la simple circunstancia de que está basada en la versión soviética de los acontecimientos. Así, el principal de los factores que hay que considerar gira sobre el núcleo principal de la cinta, esto es, el duelo entre Vassili Zaitsev y König, el francotirador alemán. 

Resulta evidente que el primero es un personaje real pero de circunstancias personales exageradas por la Unión Soviética hasta elevarlo a la categoría de mito; y el segundo es, directamente, un personaje fruto de la invención propagandística y creado con el único propósito de engrandecer la figura del primero. Y ello es evidente desde el mismo momento en que en el enfrentamiento de los dos francotiradores uno puede ver, y no es casual, el modelo de lucha que en el utopismo comunista se le presentaba a los soldados pero que no se cohonestaba con la realidad: el pobre y humilde pastor llegado desde los Urales para luchar por su madre Patria y el socialismo contra el noble aristócrata prusiano y fascista.


Es cierto, yendo a las circunstancias personales de cada uno de ellos, que Zaitsev era un pastor llegado desde los Urales para luchar contra los alemanes, pero ahí termina la realidad de lo que se nos presenta dado que lo más probable es que llegase al frente, como muchos otros jóvenes rusos de su tiempo, forzado por los comisarios políticos y la NKVD. Resulta acorde con la realidad el situar a Vassili en la película como un buen tirador, pero en la película podemos ver como sus cifras medran a costa de los alemanes a los que ponía en su punto de mira cuando, en la realidad, fueron infladas gratuitamente para crear el mito propagandístico de Vassili Zaitsev; justo lo mismo que otros supuestos héroes y heroínas que en realidad no lo fueron más que por acción de la propaganda como la francotiradora Roza Shanina, a quen se le atribuyeron 54 muertes.

En tan hábil como mendaz concordancia, el rival de Zaitsev tenía que ostentar ciertas condiciones para ser la mejor expresión de la lucha de clases que vendía el régimen soviético: y así fue como surgió este oficial alemán francotirador trasladado a Stalingrado para acabar por el propio Zaitsev. Sin embargo, cuando uno entra a analizar las circunstancias del susodicho personaje el oscurantismo en lo que a este respecta y las sombras sobre sus circunstancias son tanto mayores cuanto más se profundiza en él. Y es evidente que dicha figura no se vendió como lo que fue sino que los propagandistas soviéticos pudieron moldear al enemigo a su gusto. Así, no tenemos a un humilde soldado raso sino a un oficial de la escuela prusiana y de noble familia. El problema es que ni los propagandistas soviéticos se pusieron de acuerdo en su rango y esta enigmática figura varía, dependiendo de la fuente, desde el grado de mayor hasta el de coronel. Tampoco su nombre es una cuestión clara ya que se apunta por un lado que se trata de un tal Heinz Thorvald y por otros de König, Se dice que el mayor Thorvald adoptó el seudónimo de Erwin König, con objeto de evitar ser utilizado por la propaganda soviética si caía en combate.


En cualquier caso los propagandistas soviéticos pecaron de un error de considerable importancia dado que si el mencionado francotirador alemán tenía origen en la nobleza germana seguramente habría de guardar la partícula nominal “von” característica de los miembros de las grandes familias prusianas (criterio este utilizado en la posguerra para procurar los más altos castigos a los prisioneros alemanes con esa distinción puramente nominal). Tampoco está claro a qué escuela de francotiradores pertenecía, algo que habría de ser fácil de concretar dada la escasez de estas en Alemania por las circunstancias arriba indicadas. Por supuesto, este sujeto tendría que tener una condecoración impuesta por el propio Hitler, pero no de las más bajas, sino nada menos que la Cruz de Caballero con Hojas de Roble, Espadas y Diamantes, ni más ni menos que la más alta distinción dentro del Ejército alemán. Sin embargo esta condecoración fue entregada a muy pocos hombres y dichas imposiciones están perfectamente documentadas y, sin embargo, no aparece este sujeto en ninguna fuente. La incongruencia es mayor cuando los soviéticos afirmaban de este francotirador alemán que había abatido a 400 soldados del Ejército Rojo, extremo harto imposible dado que ese habría sido motivo sobradamente suficiente para que la propaganda nazi lo erigiese en emblema de su causa y, casualmente, no aparece como tal; además, el francotirador alemán que alcanzó mayor renombre fue Mätthias Hetzenauer, con más de 300 blancos confirmados. 

Hay que añadir que la labor del francotirador no es acorde con la tradición prusiana en la que se coloca al oficial alemán; la explicación es simple: el férreo tradicionalismo prusiano era apegado a la idea de que las guerras se ganaban en la línea de batalla y no en una lucha en la distancia y sin ofrecer al enemigo la posibilidad de presentar combate. A esta serie de argumentos hay que sumar que el esfuerzo para aumentar los méritos del alemán en pro de Zaitsev llevó en su día a exhibir una mira telescópica de un Mauser K-98k alemán en el Museo de Guerra de Moscú, visible hoy en día, cuyo cartel reza: “Mayor König, responsable de la Escuela de Francotiradores de Berlín y campeón de tiro olímpico en 1936”. Esta falacia propagandista insistía en la idea de que este oficial alemán había conseguido la medalla de oro de tiro al plato en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, pero en ninguna de las tres categorías de esta disciplina disputada en aquellos juegos (tiro con pistola a 25 metros, tiro con pistola a 50 metros y tiro con rifle a 25 metros) aparece ningún ganador, ni siquiera medallista, con el nombre de Thorvald ni König. Si a todos estos datos sumamos que la única fuente directa de conocimiento del francotirador alemán es la autobiografía de Vassili Zaitsev la conclusión es sencilla: el referido oficial, König o Thorvald, nunca existió.

Además, se observa la presencia de otros errores menores como el propio cruce del río Volga en barcas, el cual en la cinta se muestra como realizado a plena luz del día. Es obvio que estas embarcaciones realizaron el trayecto de traslado de tropas de una rivera a otra del cauce fluvial bajo la oscuridad de la noche no sólo para limitar los efectos de los ataques aéreos alemanes sino también para evitar que los alemanes presionaran allí donde las embarcaciones iban a arribar.

Otro error de tinte histórico es el hecho de que, al margen de la familia del joven Sasha, no aparecen civiles en la ciudad cuando una orden expresa de Stalin, como se ha indicado más arriba, había impuesto a la población de la ciudad la orden de permanecer en Stalingrado.

También puede señalarse como error el aspecto con el que se caracteriza a Nikita Kruschev, el cual aparece con el aspecto que tendría en los años 60, y no con el semblante más joven que tendría en 1942.

Lápida de la tumba de Vasili Záitsev en la colina Mamáyev Kurgán en Volgogrado.

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