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sábado, 1 de agosto de 2015

Mahatma Gandhi, apóstol de la No Violencia

Aunque fue el artífice de la independencia de la India (1947), Mahatma Gandhi raramente es evocado por ese logro. En primer lugar, porque lo más inspirador de su figura no reside tanto en aquel fin como en los medios, es decir, en sus casi tres décadas de perseverancia en un activismo pacífico fundado en la no violencia y en la fuerza de las convicciones. Y en segundo lugar, porque sus metas siempre fueron mucho más amplias, y abarcaron la abolición de las castas, la justicia social, la transformación de las estructuras económicas y la concordia entre religiones, designios que convergían en el ideal de una profunda renovación ética y espiritual del ser humano.

Hombre de austeridad inflexible y absoluta modestia, que se quejaba del título de Mahatma ('Gran Alma') que le había dado contra su voluntad el poeta Rabindranath Tagore, Mahatma Gandhi se cuenta entre los grandes personajes que, con su pensamiento y su acción, cuestionaron y llegaron a alterar el establishment político e ideológico del mundo en el siglo XX y se erigieron en referente de todo tipo de movilizaciones contra la injusticia. En un país en que la política era sinónimo de corrupción, Gandhi introdujo la ética en la vida pública a través de la palabra y el ejemplo. Vivió en una pobreza sin paliativos, jamás concedió prebendas a sus familiares y rechazó siempre el poder político, antes y después de la liberación de la India. Tal idiosincrasia ha convertido al apóstol de la no violencia en un caso único entre los revolucionarios de todos los tiempos, y en el más admirado (cuando no venerado) de los líderes espirituales modernos.

Mohandas Karamchand Gandhi nació el 2 de octubre de 1869 en la ciudad costera de Porbandar, situada en el extremo noroeste de la India, en la región de Gujarat. Tal región era entonces un mosaico de minúsculos principados, cuyos gobernantes tenían un poder absoluto sobre la vida de sus súbditos. Su padre, Karamchand Gandhi, era el primer ministro de Porbandar y pertenecía a la casta de los banias, mercaderes de proverbial astucia y habilidad en el comercio. Su madre, llamada Putlibai, procedía de la secta de los pranamis, quienes mezclaban el hinduismo con las enseñanzas del Corán.

La familia decidió enviarlo a Londres para seguir los cursos de abogacía del Inner Temple, cuyas exigencias eran menores que las de las universidades indias. Con tanto miedo como excitación, el joven Gandhi se embarcó en Bombay en septiembre de 1888. Tenía diecinueve años y acababa de ser padre por primera vez. Antes de partir había prometido solemnemente a su madre no seguir la costumbre inglesa de comer carne, dado que el visnuismo lo prohibía. Varias veces en su adolescencia había transgredido tal norma, impulsado por un amigo que le aconsejaba la carne para parecerse en fortaleza a los ingleses.

En Londres vivió tres años (1888-1891), período en que se produjo uno de los hechos más determinantes de su vocación: el descubrimiento de Oriente a través de Occidente. En efecto, en la capital inglesa comenzó a frecuentar a los teósofos, quienes lo iniciaron en la lectura del primer clásico indio, el Bhagavad Gita, al que llegaría a considerar «el libro por excelencia para el conocimiento de la verdad». También allí entró en contacto con las enseñanzas de Cristo, y durante un tiempo se sintió tan atraído por la ética cristiana que dudó entre ésta y el hinduismo.

De esa época son sus intentos de sintetizar los preceptos del budismo, el cristianismo, el islamismo y su religión natal a través de lo que señaló como el principio unificador de todos ellos: la idea de renunciación. En estos años decisivos para su formación intelectual leyó a León Tolstói, en quien más tarde encontraría el guía para el perfeccionamiento de la práctica y la teoría de la no violencia. Y cuando regresó a la India con el título de abogado, lo hizo con sus señas de identidad orientales: había ido en busca de la sabiduría occidental y retornaba con el secreto que había hecho sabios a los hindúes.

En Sudáfrica (1893-1915)

Al volver a Porbandar encontró a su familia desintegrada: la madre había muerto poco antes y los Gandhi habían perdido toda influencia en la corte principesca. Como abogado no halló muchas perspectivas, ya que su primera actuación profesional terminó en un humillante fracaso, pues enmudeció al dirigirse al tribunal y no pudo continuar. Fue entonces cuando una factoría comercial musulmana le ofreció un contrato para atender un caso de la empresa en la ciudad sudafricana de Durban, y Gandhi no dejó pasar la oportunidad: en 1893 embarcó hacia Sudáfrica.

En el país de los antiguos colonos holandeses vivía una colonia hindú formada en su mayoría por trabajadores, a quienes los ingleses llamaban despectivamente sami. Carecían de todo derecho y se les despreciaba y discriminaba racialmente, como pudo comprobar en carne propia el joven abogado durante algunos de sus viajes en ferrocarril. Pero la situación era más grave aún de lo que parecía. Terminado su trabajo, Gandhi estaba a punto de regresar a la India cuando se enteró de la existencia de un proyecto de ley para retirar el derecho de sufragio a los hindúes. Decidió entonces aplazar la partida un mes para organizar la resistencia de sus compatriotas, y el mes se convirtió en veintidós años.

Durante esa larga etapa de su vida, su mayor preocupación fue la liberación de la comunidad india, y en ella fue dando forma a las armas de lucha que más tarde utilizaría en su país. En los primeros años, convencido de las buenas intenciones del colonialismo británico, abrió un bufete para defender a sus compatriotas ante los tribunales en Johannesburgo y se propuso articular un movimiento dedicado a la agitación por medios legales. Fundó el periódico "The Indian Opinion" para aglutinar a la comunidad india y, como instrumento de agitación legal, creó el Congreso Indio de Natal. Sus simpatías anglófilas le llevaron durante la guerra contra los bóers a organizar el Cuerpo Indio de Ambulancias, acción que mereció duras críticas por parte de los nacionalistas indios.

A partir de 1904, la actividad de Gandhi sufrió un cambio notable: después de leer la crítica del capitalismo contenida en Unto This Last, de John Ruskin, modificó su estilo de vida y pasó a llevar una sencilla existencia comunitaria en las afueras de Johannesburgo, donde fundó una comuna llamada Tolstói. En esa época bosquejó la teoría del activismo no violento, que puso en marcha por primera vez para oponerse a la ley de registro. Esta ley obligaba a todos los indios a inscribirse en un registro especial con sus huellas dactilares. Gandhi ordenó a sus compatriotas que no se inscribieran, que comerciaran en las calles sin licencia y, más tarde, que quemaran sus tarjetas de registro frente a la mezquita de Johannesburgo. Como muchos de sus seguidores, fue a parar a la cárcel varias veces, pero el movimiento de resistencia civil obtuvo varios éxitos parciales.

En 1913, la protesta contra un impuesto considerado injusto se tradujo en una marcha a través del Transvaal, hasta Natal. Al año siguiente las autoridades británicas dieron marcha atrás con dicho impuesto y autorizaron a los asiáticos a residir en Natal como trabajadores libres. La victoria parecía total, y Gandhi, que había abandonado las vestimentas europeas en señal de protesta, partió definitivamente de Sudáfrica con su mujer y sus hijos. A largo plazo, todos los logros de la comunidad india se perdieron, y las autoridades de aquel país endurecieron aún más su política racista; pero Sudáfrica había sido el banco de pruebas donde Gandhi desarrolló y ensayó las tácticas que más tarde habría de utilizar en su tierra natal.

El apóstol de la no violencia

Precedido por la aureola de sus exitosas campañas en el extranjero, Gandhi llegó a la India en 1915 y fue recibido como un verdadero héroe. Las masas de Bombay le tributaron un caluroso recibimiento, el gobernador inglés acudió a saludarlo y el poeta Rabindranath Tagore le dio la bienvenida en su Universidad Libre de Santiniketan. A poco de llegar, fundó en la ciudad de Ahmedabad una comunidad casi monástica en la que estaban prohibidas las vestimentas extranjeras, las comidas con especias y la propiedad privada. Sus miembros se dedicaban únicamente a dos trabajos materiales: la agricultura, para obtener el sustento, y el tejido a mano, para procurarse el abrigo. Allí dio comienzo a una lucha que Gandhi habría de sostener durante toda su vida: la batalla contra las lacras del hinduismo y a favor de los intocables. El primer paso fue admitirlos como miembros de la comunidad.

En esos primeros años, Gandhi abandonó toda agitación política a fin de apoyar los esfuerzos bélicos de Gran Bretaña en la Primera Guerra Mundial, llegando incluso al reclutamiento de soldados para el ejército inglés. Su entrada en la política india no se produjo hasta febrero de 1919, cuando la aprobación de la Ley Rowlatt, que establecía la censura y señalaba duras penas para cualquier sospechoso de terrorismo o sedición, le abrió los ojos acerca de las verdaderas intenciones de los imperialistas ingleses en la India.

Gandhi pasó entonces a encabezar la oposición a la ley. Organizó una campaña de propaganda a nivel nacional mediante la no-violencia, que comenzó con una huelga general. Ésta pronto se extendió a todo el país y las protestas se sucedieron en las principales ciudades, donde se registraron algunos focos de violencia pese a la insistencia del líder en el carácter pacífico de las manifestaciones. Cuando acudía a Delhi a apaciguar la población, Gandhi fue detenido. Días después, el 13 de abril de 1919, el brigadier general Dyer ordenaba disparar a sus gurkas sobre la multitud reunida en el Jallianwala Bagh de la ciudad de Amritsar. La dominación inglesa había mostrado su verdadero rostro sanguinario y brutal: casi cuatrocientas personas fueron asesinadas y otras miles heridas. Pero las autoridades británicas se vieron obligadas a reconsiderar sus tácticas y la Ley Rowlatt jamás entró en vigor.

Reconstrucción de la masacre para el cine
Después de la masacre de Amristar en 1919, Gandhi en varios discursos atacó duramente la represión de los británicos. También se opuso a las reacciones violentas que tomó su pueblo, mediante una resolución en la que pidió disculpas a los ciudadanos ingleses. Su partido político estuvo en contra de esta acción, pero después lo apoyaron, cuando escucharon un emotivo discurso en el que el líder indio señaló que cualquier acto de violencia era injustificable e indicó que los indios no debían sentirse culpables del odio racial traído por los blancos y que tampoco debían comportase agresivamente contra ellos. 

El 1 de agosto de 1920 Gandhi inició la resistencia no violenta hacia las leyes del gobierno británico, que ese entonces estaba instalado en India. Este día los indios no fueron a trabajar, los niños no asistieron a las escuelas públicas y los trenes estuvieron vacíos. Miles de personas se sentaron en las principales calles del país para realizar una jornada de ayuno y oración.

Por otro lado, Gandhi no podía pasar por alto la matanza de Amristar. Es por eso que decidió iniciar sus primeras acciones para lograr la independencia de India de Reino Unido. Como veía que el pueblo indio no estaba preparado para un enfrentamiento militar, consideró la manifestación pacífica como forma de rebelión contra el régimen opresor.

Durante su lucha anterior de veinte años en Sudáfrica contra la discriminación racial, Gandhi desarrolló su método de resistencia pasiva contra la opresión, denominado satyagraha. Regresó a la India en 1915 para aplicarlo. Con este propósito fundó el movimiento de no cooperación en 1920, el de desobediencia civil en 1930 y el movimiento a favor de la independencia india en 1942, objetivo que se alcanzó en 1947 bajo su inspiración y liderato, aunque se vio empañado por las cruentas luchas intestinas entre hindúes y musulmanes que, con primitiva ferocidad, siguieron a la emancipación nacional

En febrero de 1920 los indios musulmanes se adhirieron a su plan de rebeldía pacífica y en septiembre el Congreso Nacional Indio hizo lo propio. En abril de 1920, Gandhi fue elegido presidente de la Liga en Pro de la Independencia de la India. Bajo su liderazgo se creó una nueva constitución en la que se promulgaba el swaraj, que significa “propio rey”, es decir la independencia. Después de todos estos cambios el partido del Congreso Nacional se transformó en una poderosa organización respaldada por millones de indios.

A partir de 1921 la no cooperación se aplicó poco a poco a numerosos asuntos: elecciones, impuestos, levas militares, justicia, comercio, vestido, etc. Él solía escribir artículos en el diario Young India. El pueblo, por estas fechas, ya estaba plenamente identificado con Ghandi, hasta el punto de venerarle como una encarnación divina; de por entonces data su sobrenombre de mahatma, "alma grande". En diciembre de 1921 el Congreso le nombró su autoridad suprema.

Ya como líder político, se podría decir que Gandhi gozaba de más autoridad de llamar a los pueblos para que se adhieran a una causa. Al ver que no había respuesta de los británicos de reformar las leyes injustas, Gandhi convocó a una campaña de no cooperación a todos los indios en contra del régimen colonialista. Este modo de lucha, tenía el fin de mostrar públicamente la insatisfacción de los indios con la situación que vivían con los ingleses como gobernantes. Ese día los indios que ocupaban cargos públicos renunciaron, los organismos gubernamentales, los tribunales de justicia fueron boicoteados y los niños abandonaron las escuelas públicas. Las principales vías de India fueron bloqueadas mediante sentadas de ciudadanos que se negaron a levantarse pese a los golpes de la policía. Debido a todo esto, Gandhi fue arrestado, pero las autoridades británicas se vieron obligadas a liberarlo. 

El movimiento de no violencia tuvo un doble significado, por un lado la renuncia al uso de la fuerza y por el otro, la disposición a asumir sacrificios para ‘sufrir la ofensa’ lo cual se materializaba en ayunos prolongados y el encarcelamiento.

Para Gandhi el sufrimiento era concebido como una forma de purificar el alma, estilo de vida que forma parte de la esencia de la no violencia. El líder indio postulaba la conquista del adversario mediante el sufrimiento en la propia persona, con el fin de bloquear la reacción agresiva del opositor e intentar solucionar el conflicto, a través del dialogo y la negociación. 

La resistencia pacífica tenía fundamentos religiosos, principalmente del hinduismo; como les había mencionado antes, Gandhi se inspiró en las enseñanzas del Bhagavad Gita, libro sagrado de esta religión. Durante el proceso de liberación de la India, fueron utilizados diferentes métodos de lucha no violenta, como los boicots, las manifestaciones, los sabotajes, los ayunos y las oraciones masivas en los templos.


La protesta no violenta del líder indio sirvió como ejemplo, para que otros hicieran lo mismo alrededor del mundo. Nelson Mandela siguió los pasos de Mahatma, en su lucha inicial contra el Apartheid en Sudáfrica. Años más tarde, Martin Luther King impulsó un movimiento similar en de Estados Unidos, con el fin de erradicar la segregación de los negros en los estados sureños. Todos estos signos de protesta tuvieron un fin en común, mostrar el descontento de manera pública de la gente por una situación social o política, que es considerada como injusta.

El día 30 de enero de 1948 Gandhi se encontraba viviendo en su residencia de Nueva Delhi, una gran mansión rodeada de exuberantes jardines. Pasaba por uno de sus peores momentos, ya que los musulmanes eran matados en el Indostán y los hindúes en Pakistán. Paseaba rodeado por un gran número de amigos y simpatizantes cuando un muchacho alto y fuerte se acercó a él y, sin decir una sola palabra, le disparó tres tiros de pistola en el pecho. Gandhi se derrumbó y dejó de existir. Su asesino, Naturam Godse, un brahmán hindú y devoto, manifestó ante el tribunal que le juzgaba que lo había matado para salvar a la India y al hinduismo. Triste final para un hombre que dedicó toda su vida a mejorar las condiciones de vida, a defender los derechos humanos y la justicia para todos los habitantes de ese gran país, tanto hindúes como musulmanes.


En el cine

Gandhi es una película biográfica filmada en 1982, dirigida por Sir Richard Attenborough sobre la vida de Mahatma Gandhi, figura central del movimiento de independencia en la India y promotor de la no violencia.


La historia biográfica está centrada desde sus años en Sudáfrica, donde como joven abogado formado en Inglaterra, defiende los derechos de los hindúes residentes en ese país, hasta su regreso a la India, donde predica una resistencia no violenta contra el Imperio Británico. 


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Fuentes
http://www.centro-idealia.es
http://www.michelleoquendo.com
https://es.wikipedia.org

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