El film dramatiza la verídica y trágica historia de amor entre Camila O’Gorman y el sacerdote Ladislao Gutiérrez, a mediados del siglo XIX, y los escándalos que provocó semejante relación en la Iglesia y en la sociedad porteña de la época.
Camila O’Gorman fue una joven irlando-argentina, de una familia patricia que protagonizó una trágica historia de amor durante el segundo gobierno de Juan Manuel de Rosas. Enamorada del sacerdote de su parroquia, el tucumano Ladislao Gutiérrez, también conocido como Uladislao, fue un sacerdote argentino, sobrino del gobernador de Tucumán Celedonio Gutiérrez.
Ladislao Gutiérrez es un sacerdote jesuita ingenuo, un eslabón más de esa red de poder que es la institución religiosa. Sin embargo su proceder no es funcional a los ideales prácticos de ésta ya que desde su lugar de sacerdote, y a través de su sermón, pretende generar una actitud reflexiva y crítica con respecto a lo instituido. Las opiniones vertidas ante la criminalidad de la mazorca, corporación terrorista estatal que opera ante los desertores y opositores del régimen de la “Santa Federación”, es sólo un ejemplo de su posición revolucionaria. Pero sin duda, su posición más delicada es aquella en la que se coloca cuando prioriza su subjetividad y su deseo por sobre los mandatos sociales y lo instituido religiosamente.
A los 18 años, Camila conoció al padre Ladislao Gutiérrez, un sacerdote jesuita que había asistido al seminario junto con el hermano de Camila. El padre Gutiérrez provenía de un entorno similar (su tío era el gobernador de la provincia de Tucumán). Había sido nombrado párroco de la familia O'Gorman, y pronto comenzó a ser invitado a la propiedad familiar de éstos. Camila y Gutiérrez comenzaron rápidamente un romance clandestino.
Huyeron el 12 de diciembre de 1847, a caballo hacia el norte con la idea de cruzar a Brasil. Finalmente no lograron llegar y fueron encontrados en Goya, provincia de Corrientes donde estaban asentados como los maestros del pueblo. Su historia de amor clandestina -que escandalizó a la sociedad porteña de entonces- se desarrolla durante la segunda gobernación de la provincia de Buenos Aires por Juan Manuel de Rosas.
Posteriormente de ser encontrados en la provincia de Corrientes fueron conducidos a una cárcel del Cuartel General de Santos Lugares. En Buenos Aires se les había preparado una celda para Ladislao en el Cabildo de Buenos Aires y una habitación para Camila en una casa de Ejercicios Espirituales. Hubo un escándalo público entre toda la familia O’Gorman y serios indicios debido a un avanzado embarazo de la joven Camila.
Rosas, en un afiche de la época |
Su ejecución a los 23 años de edad, durante las últimas etapas del embarazo produjo un escándalo internacional que contribuyó a la caída política de Juan Manuel de Rosas.
Cuando Rosas restableció el poder legal, en 1820, la legislatura le otorgó el título de Restaurador del orden. Después de los graves acontecimientos que dieron por tierra con el gobierno de Manuel Dorrego y reparación consiguiente lograda por Rosas, se le acordó el de Restaurador de las leyes. La ejecución de Camila O´Gorman fue exigida e incentivada por la prensa Unitaria y hasta del propio clero, y se llevó a cabo por una razón fundamental: En cumplimiento de la ley.
Pertenece su familia al estrato social más elevado y por supuesto goza de todos los privilegios a los que esa clase tiene acceso. Participan, por ejemplo, en suntuosas reuniones a las que acuden poderosísimos estancieros, muchas veces hasta el mismo Rosas. En la película se advierte que toda la vida está impregnada del régimen Rosista, aunque paradójicamente Rosas en persona no aparezca jamás. Tal es así, que en la vida porteña prevalece, sobre toda conducta, un omnipresente sentimiento de intimidación, que Rosas logra hábilmente infundir mediante su cuerpo militar, La Mazorca, encargado de "restaurar las leyes". En la película se respira un aire de dictadura, de represión y de silencio, que se entrevé a nivel de distintos ámbitos: en las calles o en la intimidad de la familia, entre otros.
La detención - Mazorqueros de Rosas - óleo de Carlos Alberto Castellanos (1881 - 1945) |
La iglesia en el régimen rosista, testigo y cómplice de las carnicerías libradas por La Mazorca, se encontraba del lado de los poderosos y de los soberanos. Esta actitud que habría de repetirse en muchas ocasiones, según enseña la historia. Para mencionar un ejemplo, aquel comportamiento de la iglesia, cómplice de un poder dictatorial, de facto, es el mismo que mostró durante el proceso militar de los años 1976 - 1983, en Argentina.
La adaptación fílmica de esta historia que pertenece al folklore popular argentino fue prohibida durante bastante tiempo por las varias dictaduras de la historia reciente argentina. La película, al constituir una celebración de la libertad de expresión y una crítica del poder opresivo, presentaba evidentes parecidos con la situación socio-política real de esos momentos y, por ello, podría ser una amenaza ideológica. Hubo que esperar hasta el retorno a la democracia en diciembre de 1983 para su realización.
Camila es un film político que denuncia los mecanismos de poder de las instituciones que siempre dominaron al país y, también, una denuncia contra los valores morales represores de la Argentina católica que aun hoy persisten (en el año 2009 se prohibió, cerca de Buenos Aires, homenajear a Camila y Ladislao con una estatua - VER MÁS)
El éxito de este film dirigido por María Luisa Bemberg fue enorme, tanto a nivel popular como en su recepción crítica. De hecho, la película fue seleccionada para representar a Argentina en los Oscars, y llegó a ser nominada en la categoría de Mejor Película en Habla no Inglesa.
María Luisa Bemberg nos presenta esta historia desde una perspectiva feminista. Es una crítica que excede a un período o a un gobierno, es más bien una denuncia a la intolerancia y a los manejos políticos de todos los grupos de poder.
Juan Manuel de Rosas es uno de los personajes más conocidos y sangrientos de la historia de Argentina. Nació en Buenos Aires en 1793, hijo de una de las familias más acomodadas de la ciudad. Su verdadero nombre era Juan Manuel Ortiz de Rozas, pero decidió modificarlo al entrar en política por el de Juan Manuel de Rosas. Entre 1829 y 1832 se produjo el primer mandato de Rosas como gobernador de Buenos Aires. Este primer mandato se caracterizó por su carácter moderado. Sin embargo, el segundo mandato, entre 1835 y 1852, fue mucho más radical. Rosas concentró todo el poder en Buenos Aires y su provincia, y se olvidó de modernizar el resto del país.
Sus grandes enemigos políticos fueron los unitarios, quienes trataron de boicotear su régimen desde Montevideo. En la película Camila, se refleja muy bien la campaña de los unitarios para desprestigiar a Rosas a través de los ataques en la prensa. Precisamente, Rosas luchó contra los unitarios por medios violentos y estrategias de opresión, como lo demuestra la Mazorca, especie de policía política al servicio del dictador. En 1840, Rosas ordenó la ejecución de muchos unitarios que amenazaban su régimen.
Rosas sobrevivió a múltiples sublevaciones y ataques, tanto internos como externos, así como a un bloqueo anglo-francés (VER MÁS). Finalmente, no pudo resistir al ataque comandado por Urquiza, quien derrotó a Rosas en la batalla de Caseros. Rosas no murió en esta batalla, y se marchó al exilio. Murió ya mayor en la ciudad británica de Southampton en 1877.
Ficha técnica
Título: Camila
Título original: Camila
Dirección: María Luisa Bemberg
País: España, Argentina
Año: 1984
Fecha de estreno: 27/05/1985
Duración: 105 min
Género: Drama, Romance, Histórico
Calificación: No recomendada para menores de 13 años
Reparto: Susú Pecoraro, Imanol Arias, Héctor Alterio, Elena Tasisto,
Carlos Muñoz, Héctor Pellegrini, Juan Leyrado, Cecilio Madanes, Claudio
Gallardou, Boris Rubaja
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Fuentes
http://www.comodoro.gov.ar/
http://cine.estamosrodando.com/
http://www.eticaycine.org/
https://es.wikipedia.org
http://www.leercine.com.ar/
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