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domingo, 5 de abril de 2015

5 de abril de 1818 - en los llanos del río Maipo el ejército dirigido por el general argentino José de San Martín venció completamente a los realistas, consolidando desde ese momento, la Independencia de Chile.

Este acontecimiento histórico, ocurrido durante el período de la Independencia de Chile, se desarrolló al sur de Santiago en los llanos del Maipo, situados al poniente de los Cerrillos. En este lugar acampó el ejército patriota al mando del general José de San Martín. A los pocos días lo hizo el ejército realista a las órdenes de Mariano Osorio, situándose en la parte occidental de las llanuras de Maipo.

La noche del 4 de abril, los dos ejércitos, separados apenas por unos kilómetros, se mantuvieron sobre las armas en espera que se abriera el fuego en cualquier momento.

Al día siguiente, el 5 de abril, a las 10 de la mañana el ejército patriota salvó el kilómetro y medio que lo distanciaba del realista, obligándolo a presentar batalla. El fuego se abrió a las 11.30 horas.

En los primeros momentos el combate se mantuvo indeciso, pero una carga realista contra el ala izquierda de los patriotas hizo que éstos retrocedieran en gran desorden. Se rehicieron rápidamente y apoyados por la infantería renovaron la lucha con nuevo ardor, logrando que el enemigo cediera ante esta presión, desencadenándose la retirada realista. La batalla estaba decidida a favor de las armas patriotas a las 14.30 horas, cuando San Martín, a esta hora, comunicó al Gobierno la victoria.


Mariano Osorio, viéndolo todo perdido, se retiró al galope del campo de batalla con los restos de la caballería. José Ordóñez se hizo cargo del mando, dirigiéndose a las casas del fundo Lo Espejo, pero acosado por todos lados antes del anochecer se rindió.

El director supremo Bernardo O'Higgins, que se había fracturado un brazo en la batalla de Cancha Rayada, llegó acompañado de mil milicianos al sitio del combate. Estaba aún tiempo para tomar parte en el último ataque contra los realistas.

Trofeos 

Los trofeos de esta jornada fueron, doce cañones, cuatro banderas; un general, cuatro coroneles, siete tenientes coroneles, 150 oficiales y 2.200 prisioneros de tropa; 3.850 fusiles, 1.200 tercerolas, la caja militar, el equipo y las municiones del ejército vencido.

De los 4.500 realistas que participaron en la batalla, quedaron en el campo 1.500 muertos, 2.289 fueron prisioneros y los demás heridos. Entre los prisioneros se contaba el general Ordóñez. El ejército patriota perdió el 35 por ciento de su gente.

Esta victoria, la más reñida de la guerra de la independencia sudamericana, fue comprada por los independientes a costa de la pérdida de más de 1.000 hombres entre muertos y heridos, pagando el mayor tributo los libertos negros de Cuyo de los cuales quedó más de la mitad en el campo. 

Los trofeos de esta jornada fueron, doce cañones, cuatro banderas,; un general, cuatro coroneles, siete tenientes coroneles, 150 oficiales y 2.200 prisioneros de tropa; 3.850 fusiles, 1.200 tercerolas, la caja militar, el equipo y las municiones del ejército vencido.

Esta victoria, la más reñida de la guerra de la independencia sudamericana, fue comprada por los patriotas a costa de la pérdida de más de 1.000 hombres entre muertos y heridos, pagando el mayor tributo los libertos negros de Cuyo de los cuales quedó más de la mitad en el campo.

San Martín y O'Higgins se saludan luego de la batalla

Importancia de Maipú 

Más que por sus trofeos, Maipú [1] fue la primera gran batalla americana, histórica y científicamente considerada. Por las correctas marchas estratégicas que la precedieron y por sus hábiles maniobras tácticas sobre el campo de la acción, así como por la acertada combinación y empleo oportuno de las armas. 

Por su importancia trascendental, sólo pueden equipararse a la batalla de Maipú, la de Boyacá, que fue su consecuencia inmediata, y la de Ayacucho que fue su consecuencia ulterior y final; pero sin Maipú, no habría tenido lugar Boyacá ni Ayacucho. Vencidos los independientes en Maipú, Chile se pierde para la causa de la emancipación, y con Chile, probablemente la revolución argentina, encerrada dentro de sus fronteras amenazadas por dos ejércitos vencedores por sus dos puntos más vulnerables, desde entonces inmunes.

Sobre todo, sin Chile, no se obtiene el dominio naval del Pacífico, la expedición al Bajo Perú se hace imposible, y Bolívar no hubiera podido converger hacia el sur, aun triunfando en el norte sobre los ejércitos españoles con los que luchaba, y de hacerlo, se habría encontrado con 30.000 hombres que le hicieran frente y el mar cerrado.

Además, Maipú quebró para siempre el nervio militar del ejército español en América, y llevó el desánimo a todos los que sostenían la causa del rey desde México hasta el Perú, dando nuevo aliento a los independientes. Chacabuco había sido la revancha de Sipe-Sipe: Maipú, fue la precursora de todas las ventajas sucesivas. Tuvo además, el singular mérito de ser ganada por un ejército derrotado e inferior en número a los quince días de su derrota en Cancha Rayada, ejemplo singular en la historia militar.

Sable corvo del Gral. San Martín, conservado en el regimiento de Granaderos a Caballo
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[1] Muchos se preguntan si la célebre batalla debe denominarse Maipo o Maipú; francamente el tema es interesante, más aun, si alguien nos hiciera ver que debió llamase batalla de lo Espejo, ya que se dio en la hacienda de ese nombre. 

Don Elías Lizana que fue el que se dedicó a fondo a dirimir la disputa de Maipo o Maipú dice textualmente: “uno dijeron Maipo o Maipú, que es lo mismo si no se hace aguda la ú final. Los primeros eran chilenos que conocían el nombre y algo del idioma araucano que tiene la tendencia a hacer graves las palabras terminadas en vocal. Los segundos argentinos que algo también sabían de guaraní o del idioma más allá de la cordillera, que tienden a hacer agudos los nombres acabados en “u” (Iguazú, Paysandú, Yapeyú).

El Sr. Lizana sigue buscando el origen del cambio y asegura: “No cabe dudas de que ese nombre Maipú fue escrito por un argentino. que así pronunciaría en conformidad a la tendencia que existía más allá de los Andes, de hacer agudos los nombres indígenas terminados en “u” , como ya hemos dicho”.

“La etimología de Maipo, parece ser del verbo Maipun, romper la tierra –tierra arada-; y en realidad harto la rompe el río Maipo con su cauce, que es bastante profundo”.

Los ilustres filólogos Fray Pedro Armengol Valenzuela, don Manuel A. Román y don Rodolfo Lenz, creen, afirman y sostienen que Maipo es de origen araucano y tiene por forma nativa el verbo Maipun, que significa “romper la tierra”. Román asegura que Maipú es variación fonética, introducida por extranjeros del nombre Maipo que también se escribe Maipú, cosa corriente en araucano que permite permutar la ó por la ú y viceversa. Se puede decir Maipo o Maipu, que es lo mismo, pero no Maipú. Para confirmar lo anterior es necesario recalcar lo dicho con antelación, como por ejemplo, decían indistintamente Bucalemo o Bucalemu, Pichilemo o Pichilemu, Coelemo o Coelemu, Maipo o Maipu.

O’higgins mismo varias veces se refirió al río Maipú. Por regla general las batallas tomaban los nombres del valle, del río, del monte, del mar o del pueblo en que se combatía.

Lo curioso es que en el Archivo O’Higgins, tomo XXVII Pág. 129, se lee: Propuesta de los señores oficiales del regimiento de Milicias de Caballería de Maipú. Decreto expedido el 23-XII- 1817..

Las Gacetas Ministeriales adoptaron casi siempre la forma Maipú. De tal manera que dicha palabra quedo consagrada. Luego los decretos de O’Higgins de erigir un Templo a la Virgen del Carmen, y una pirámide cuadrangular que hoy puede verse en la Avda. de los Pajaritos nos hablan de “La inmortal jornada de Maipú”, y “Gloria inmortal de los Héroes de Maipú, vencedores de los vencedores de Baylén”. También los sargentos, cabos y soldados llevaron en su brazo izquierdo un escudo que expresaba: “ La patria a los vencedores de Maipú, abril 5 de 1818”. Este último decreto tiene fecha: Santiago, 10 de mayo de 1818 (Gaceta Ministerial N° 44 fecha 13 de junio de 1818).

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