Más de un millón de indios lucharon por Gran Bretaña en la Primera Guerra Mundial, 60.000 de los cuales dieron sus vidas. En el período inmediatamente posterior a la guerra, el sentimiento anti colonialista revivió en la India, particularmente en las provincias de Bengala y Punjab. En marzo se aprobaron leyes para controlar el desorden público que autorizaban al gobierno a poner en prisión por hasta dos años sin juicio a cualquier sospechoso de terrorismo (Rowlatt Act). Gandhi organizó para el 6 de abril un "hartal" una forma de resistencia pacífica en la cual no abrirían los negocios y los indios ayunarían en repudio a esa ley.
En el Punjab el descontento dió lugar a varios disturbios y el gobernador de Punjab decidió arrestar y deportar a los agitadores. Cuando arrestaron a dos líderes del movimiento nacionalista (uno hindú y otro musulmán), una muchedumbre se agolpó para pedir su liberación el 10 de abril. Como no pudieron controlarla, las tropas entraron en pánico y comenzaron a disparar causando varias muertes entre quienes protestaban. Enfurecidos, los manifestantes marcharon hacia la ciudad atacando a los europeos. Mataron a tres banqueros ingleses y golpearon a una directora de escuela a la que dieron por muerta.
Soldados británicos e indios bajo el mando del General de Brigada Reginald Dyer, comandante de la brigada de infantería, fueron enviados a Amristar el 11 de abril para restablecer el orden. El maltrato de la mujer británica fue la excusa perfecta para tomar represalias. Dyer prohibió todas las reuniones públicas que, anunció, se dispersaron por la fuerza si era necesario.
General R. Dyer |
A pesar de ello, miles de personas se reunieron en un recinto amurallado llamado el Jallianwala Bagh, cerca de Templo de Oro de la ciudad, sagrada para los sijs. Dyer dirigió hacia ese lugar una fuerza de 90 Gurkhas y soldados indios al recinto, Entraron solamente los soldados, también había venido con un tanque que no pudo entrar porque era demasiado grande.
Sin previo aviso, abrieron fuego durante unos 10 a 15 minutos sobre la multitud en pánico atrapada en el recinto. De acuerdo con una cifra oficial, 379 personas murieron y unos 1.200 heridos, aunque otras estimaciones sugieren bajas mucho mayores. Estimaciones públicas, hechas por funcionarios civiles del Gobierno de la ciudad y del departamento de Política Interior, comisionados por el Partido del Congreso, mencionan cifras de alrededor de un millar de muertos. De acuerdo con el informe de este último, el número fue de unos 1000 muertos, con más de 1200 heridos. El doctor Smith, un cirujano civil británico en Amritsar, calculó más de 1800 muertos. Esta masacre le ganó al general Dyer el infame epíteto de el «carnicero de Amritsar» en la India. Su intención era dar una lección a quienes había osado desafiar la ley marcial. Las cifras reales fueron deliberadamente suprimidas por el gobierno de ocupación británico por motivos políticos.
Muchos murieron cuando saltaron a un pozo profundo para escapar de los disparos. Dyer retiró a sus hombres cuando acabaron sus municiones, dejando a los moribundos y heridos donde estaban.
Al día siguiente de la masacre, Dyer dirigió el siguiente discurso a la población:
“Ustedes saben bien que yo soy un soldado. ¿Quieren guerra o paz? Si quieren guerra el gobierno está preparado y si quieren paz entonces obedezcan mis órdenes y abran todos los negocios, caso contrario voy a disparar. Para mí el campo de batalla de Francia o de Amristar es lo mismo. Soy un militar y voy a ir al frente. No me voy a mover ni a la izquierda ni a la derecha. ¡Hablen ahora si quieren guerra! Si quieren paz, mi orden es abrir todos los negocios inmediatamente. Ustedes hablan en contra del gobierno y la gente educada en Alemania y Bengala habla de sedición. Yo los voy a reportar a todos. Obedezcan mis órdenes. No quiero ninguna otra cosa. He servido con los militares por más de treinta años. Entiendo a los sijs y a los sepoys (soldados indios) muy bien. Tendrán que obedecer mis órdenes y mantener la paz. De otro modo los negocios se abrirán por la fuerza y con los rifles. Ustedes tendrán que informarme quiénes son los Badmash (los malos, los delincuentes) y yo les dispararé. Obedezcan mis órdenes y abran los negocios. ¡Hablen ahora si quieren guerra! Han cometido un delito al matar a los ingleses. La venganza se tomará contra ustedes y contra vuestros hijos.”
El 19 de abril declaró “sagrado” el lugar donde había sido atacada la directora inglesa. Puso guardias a ambos lados de la calle y decretó que quien quisiera caminar por esa calle tendría que hacerlo en cuatro patas y arrastrándose por el suelo.
“Algunos hindúes, se arrastran con la cara al suelo frente a sus dioses. Quiero que sepan que una mujer británica es tan sagrada como un dios hindú y por lo tanto quiero que se arrastren frente a ella también”
Sus acciones fueron elogiados por el gobernador de Punjab, Sir Michael O'Dwyer- Sin embargo, cuando se conocieron los detalles de la masacre, Dyer fue despedido. Volvió a Inglaterra donde se presentó frente a un Comité de Investigación que lo condenó en 1920. Sin embargo, los más conservadores lo vieron como a un héroe. Murió de causas naturales murió en Inglaterra en 1927. Sir Michael O'Dwyer fue asesinado en Londres en 1940 por un revolucionario Sikh, Udham Singh, que había sido herido en Amritsar. El asesino fue debidamente ahorcado. Gandhi condenó su acción como sin sentido, pero en algunos lugares de la India fue elogiado como un mártir heroico.
Monumento a las víctimas de Amritsar |
Los historiadores consideran que la masacre fue un paso decisivo para el fin del gobierno británico en la India.
En la película “Gandhi” de 1982 se recrean los acontecimientos. El actor Edward Fox personifica al infame general Dyer
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