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lunes, 30 de noviembre de 2015

30 de noviembre de 1939 - Comienza la "Guerra de Invierno"

Corre el año de 1939. Hace menos de un mes que Polonia ha sido derrotada y ocupada por los alemanes y los rusos. Los finlandeses no han olvidado todavía la reciente dominación rusa... y los soviéticos no han digerido del todo la reciente independencia de Finlandia, pese a que ellos mismos la habían concedido el 6 de diciembre de 1917.

El 5 de octubre, los soviéticos exigieron a los estados bálticos y Finlandia el derecho de establecer bases militares en sus territorios. Además, exigieron a Finlandia la revisión de la frontera entre ambos países en el istmo de Carelia, concediendo a Rusia 30 kilómetros más al norte .Continuaron exigiendo el uso militar de la península de Hanko y la cesión de varias islas en el golfo de Finlandia y la parte finlandesa de la península de Rybachi, en el norte de Finlandia, cerca de la ciudad rusa de Múrmansk.

Estonia, Letonia y Lituania tenían pocas oportunidades para negarse a las exigencias soviéticas, así que se vieron obligados a aceptarlas. Pero eso no impidió que las tres repúblicas fueran ocupadas por el ejército rojo y anexionadas a la URSS. Más de 100.000 de los ciudadanos de estas tres pequeñas repúblicas fueron asesinadas por el ejército rojo, que también trataron de limpiar étnicamente la zona, deportando a Siberia a otros cientos de miles más.

Finlandia se negó a aceptar las exigencias soviéticas mientras esperaba en vano la ayuda de la Sociedad de Naciones, y comenzó a preparar la resistencia al previsible ataque soviético.

Los soviéticos veían con aprensión que Leningrado era muy vulnerable, a sólo 35 km. de la frontera con Finlandia, desde cuyo territorio, teóricamente, podría incluso ser bombardeada. Para evitarlo, la URSS pretendía alejar la ciudad de la frontera y en 1938 había propuesto ya a Helsinki una permuta de territorios que hiciese retroceder la frontera con el vecino, y su ayuda en caso de agresión alemana. 

Finlandia había dicho que no a la permuta y que no apoyaría a Alemania contra la URSS. El ofrecimiento se repite en octubre de 1939: la URSS propone un tratado de asistencia mutua, el arriendo de la base naval de Hanko, la parte occidental de la península de los Pescadores, en el Ártico, algunas islas, como la de Suursaari, en el golfo de Finlandia, retrasar la frontera de Carelia hacia Viipuri, y la demolición de las fortificaciones de ambos países a lo largo de ella. En concreto, los soviéticos ofrecen 5.529 km. de su Carelia oriental a cambio de 2.761 km. de la parte finlandesa del istmo de Carelia.

El presidente finlandés Paasikivi y el presidente del Consejo de Defensa Nacional, mariscal Mannerheim, eran partidarios de ceder, pues en realidad, no era tanto, y además se evitarían problemas en el futuro y quizá una guerra (que, si se perdía, podía acarrear pérdidas mayores). La opinión pública era contraria -y estaba en su derecho-, porque Carelia era una de las zonas más ricas y pobladas y no se deseaba perder la línea defensiva natural del istmo. Por otro lado, se decía, el gobierno que accediese a la cesión cometería un suicidio político (asimismo, Alemania podía llegar a hacer demandas parecidas).

Los finlandeses pensaban en otoño de 1939 que, pese a sus negativas a acceder a las exigencias soviéticas, las relaciones iban a mejorar, y eso creían las potencias occidentales: en todo caso, estimaba Mannerheim, en caso de guerra se produciría una intervención estadounidense o británica.

En esto, un incidente fronterizo precipito las cosas El 26 de noviembre el bombardeo artillero de Mainila (Carelia), que ambas partes se atribuyeron (es posible que proviniese de Finlandia), fue aprovechado por la URSS para exigir la retirada de las tropas finlandesas a 25 kilómetros de la frontera, Helsinki negó las acusaciones, pero se avenía a una retirada mutua de tropas. El 28 Molotov rechazo las explicaciones y considero, con alguna razón, que retirar las tropas soviéticas de la frontera equivaldría a situarlas en los suburbios de Leningrado. Con todo, Moscú buscaba ya el pretexto para la intervención y acabo exigiendo la retirada unilateral, y al no hacerlo así los finlandeses, denuncio el Pacto de No-Agresión y el 29 rompió relaciones. Cuando los finlandeses se avinieron a retirar sus tropas ya era tarde Ese mismo día los soviéticos habían realizado una incursión en la zona de Petsamo y el 30 iniciaron el ataque general, con bombardeos sobre Helsinki.

El plan de Stalin para conquistar Finlandia era sumamente sencillo, la táctica rusa de siempre. Se basaba en colocar enormes cantidades de soldados, tanques y aviones en la frontera, y lanzarlos todos en tropel. Los generales rusos que habían sobrevivido a las purgas stalinistas aseguraron a Stalin que la tarea les llevaría un par de semanas a lo sumo. Tras las purgas, todos los oficiales rusos le decían a Stalin lo que quería oir, por si acaso

El 30 de noviembre 140.000 soviéticos atacan las líneas enemigas en el istmo, con 1.500 carros de combate. Los 13.000 finlandeses de las guarniciones de frontera son cogidos por sorpresa y se retiran, dejando un vacío ante los atacantes. Cuando estos chocan con 70.000 finlandeses, tras 20 kilómetros de avance, han perdido empuje y entusiasmo, y se detienen, pero el avance les permite ocupar algunas localidades. Una de ellas, Terijoki, sirve de capital de una República Popular de Finlandia creada de la nada por los soviéticos, con la colaboración de Otto Kuusinen, un dirigente comunista finlandés exiliado en la URSS, que se convierte en presidente. Esta república no será reconocida por ningún país ni por el pueblo de Finlandia. El 14 de diciembre, la Sociedad de Naciones condenara a la URSS por la agresión y la expulsará del organismo.

Los ejércitos enfrentados son muy distintos entre sí en tamaño, concepciones y características. El finlandés es obra del héroe nacional Mannerheim, presidente del Consejo de Defensa Nacional desde 1931, que emprende varias reformas sobre la base del servicio militar obligatorio en 1922 y las Unidades de Defensa reserva activa-. Mannerheim adopto el criterio de movilización territorial, que permitía enviar unidades ya completas al frente, con rapidez, y que convertía a las fuerzas armadas en una mezcla de ejército tradicional y ejército guerrillero.

Esquiadores finlandeses. Especialistas en guerra de guerrillas: aparecer, golpear, desaparecer
Mientras en el istmo los soviéticos están empantanándose, en el Norte ocupan Petsamo, pero una división soviética que se dirige hacia el sur es detenida por un batallón de cazadores, y dos que tratan de penetrar hacia el golfo de Botnia retroceden ante un solo regimiento de la reserva... En enero este frente se estabiliza, pero los finlandeses atacan constantemente a los sorprendidos enemigos y lanzan incursiones y efectúan sabotajes en territorio soviético.

El 5 de enero los soviéticos se retiran, tras haber sufrido más de 13.000 bajas (aquí también varias retiradas desordenadas se convierten en verdaderas huidas), repartidas entre las dos divisiones soviéticas, la 44 y la 163, que son casi destruidas. El botín finlandés en material y prisioneros es abundante. En su avance, los finlandeses han llegado a penetrar incluso en territorio soviético.

Los soviéticos han sido derrotados en toda la línea. Han intentado repetir el éxito del Blitzkrieg alemán en Polonia. Su plan era brillante, excepto por dos detalles fundamentales: 
  1. Stalin no tenía a su disposición al ejército alemán y 
  2. Finlandia no era Polonia. 
La agresión del gigante soviético a la pequeña Finlandia ha levantado oleadas de protesta en todo el mundo y especialmente en Europa, y ha atemorizado a los países bálticos escandinavos. Los europeos, desorientados en un primer momento, reaccionan pronto, mucho más pronto que ante la agresión de Polonia y mucho más intensamente. Los esfuerzos europeos para ayudar a los finlandeses son enormemente mayores que los desplegados para defender a Polonia. Estados Unidos, neutral en 1939, es el principal apoyo de Finlandia y el mayor enemigo ideológico de la URSS. Aquí se crea un Comité de Ayuda a Finlandia, presidido por Hoover, que va a canalizar la ayuda del presidente Roosevelt y la privada 

Fueron muchos los planes para atacar a la URSS. Hubo presiones de los aliados sobre Hitler (este es un campo que no ha sido tocado por los historiadores, para desviarlo hacia la URSS, pues era la ocasión para Occidente de acabar con los bolcheviques, como deseaban los británicos. 

De este intento occidental se sabe apenas lo que explico el ministro alemán Speer. Hitler no tenía intención de ayudar a los finlandeses, pese a que los alemanes eran solidarios con Finlandia, porque, por el momento, le era más conveniente su pacto con la URSS, que les iba a permitir conquistar el oeste sin problemas en el este. La única preocupación de Hitler eran las consecuencias estratégicas y el riesgo de ser atacado por detrás. Esta será una de las razones de sus ataques a Dinamarca y a Noruega.

La ofensiva soviética se desencadena el 1 de febrero en el frente del istmo, donde se hallan el VII y el XIII Ejércitos soviéticos: ataques de infantería apoyada por carros y aviones y bombardeos artilleros muy intensos hacen que para el día 5 los finlandeses comiencen a vacilar. El 6 la ofensiva es general y el VII ejercito abre una brecha en Lahde, en dirección a Viipuri, el día 13. Los contraataques finlandeses son cada vez más débiles. El 15 los soviéticos arrollan las posiciones enemigas en Lahde; el 21 ocupan la isla de Koivisto, al sur de Viipuri. Los finlandeses son incapaces ya de detener la avalancha enemiga. El 26, el primer ministro Risto Ryti pide el cese de las hostilidades. 

Mannerheim es partidario de detener la guerra ahora que todavía no han sido derrotados, y muchos militares comparten ya su opinión. El día 4 los finlandeses pierden varias islas del golfo y sufren un ataque general: algunas unidades finlandesas se desbandan, presas del pánico, que contagia a otras unidades, mientras los miles de refugiados aumentan el desconcierto. Si bien Viipuri resiste heroicamente, el 12 se estipula el alto el fuego, firmado por Ryti.
Ocupación soviética 
El fin de Finlandia y el fracaso de los planes de cruzada precipitaran la caída del gobierno francés de Deladier, sustituido por Reynaud, más claramente anti alemán. Cuando Hitler ataque a Noruega en abril, todo lo de Finlandia se olvidara. Pensamos menos en luchar contra el hitlerismo que en golpear a la URSS, reconocerá de Gaulle.

Finlandia había perdido casi el 10 por 100 del territorio. Había sufrido 24.923 muertos y 43.557 heridos. Unas 200.000 personas refluyeron a Finlandia de las zonas anexionadas por la URSS Las pérdidas materiales fueron elevadas. En cuanto al armamento, perdieron 61 aviones y gran número de carros. 

Mucho mayores fueron las perdidas enemigas: 48.745 muertos y 158.000 heridos; 1.600 carros capturados o destruidos, más 725 aviones (otros 200 probables), y algunos barcos.

En fin de cuentas, Finlandia no había perdido la independencia Pero algunos se preguntaban con Mannerheim, que se había convertido por segunda vez en héroe nacional, si no habría sido mejor ceder, pues los soviéticos en el Tratado de paz de 1940, se habían conformado con no mucho más de lo que habían pedido pacíficamente en 1939, y se habrían evitado muertes y destrucciones 

La Guerra de Invierno facilitó cumplida información a Hitler sobre la debilidad del ejército soviético. Lo llevó a la conclusión de que, en esas condiciones, sus planes de ataque a la URSS no debían posponerse hasta 1945, sino que, por el contrario, deberían llevarse a cabo a la mayor brevedad. En el ataque participara Finlandia, deseosa de recuperar lo perdido, lo que hará en 1941, para perderlo de nuevo en 1944. 

En agosto de ese año, Mannerheim sucedió a Ryti como Presidente de Finlandia y un mes después de ocupar el cargo, concluyó la guerra con unas duras condiciones impuestas por los soviéticos, si bien fueron menores que las impuestas a otros países limítrofes de la Unión Soviética, que llegarían incluso a perder su independencia (como los países bálticos). Finlandia conservó su soberanía, su democracia parlamentaria y su economía de mercado, siendo sus pérdidas territoriales bastante limitadas, aunque las reparaciones de guerra fueron elevadas. 

Mannerheim dimitió de sus funciones presidenciales el 4 de marzo de 1946 por razones de salud y falleció el 28 de enero de 1951, a los 83 años de edad. Fue enterrado en el cementerio de Hietaniemi de Helsinki en un funeral de estado con honores militares, siendo reverenciado hoy día como uno de los más grandes héroes de Finlandia.


El día de su cumpleaños, el 4 de junio, es celebrado en Finlandia como el día de la bandera por las Fuerzas de Defensa de Finlandia, acto que se celebra desde 1942 en que fuera nombrado Mariscal de Finlandia en su 75 cumpleaños. El día de la bandera es celebrado con un desfile nacional, y con distinciones y promociones para los miembros de las Fuerzas de Defensa.



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