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jueves, 5 de noviembre de 2015

Eras geólogicas (II): Mesozoioco

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La era Mesozoica, Mesozoico o era Secundaria fue un periodo de la historia de la Tierra que duró aproximadamente 190 millones de años, pero es más conocida como la era de los dinosaurios. Ésta era geológica pertenece al eón Fanerozoico, y se encuentra entre la era Paleozoica, anterior al Mesozoico y la era Cenozoica, posterior al Mesozoico. El Mesozoico se divide en tres grandes periodos: el Triásico comienza hace 250 millones de años, el Jurásico comienza hace 200 millones de años y el Cretácico se extiende desde hace 145 millones de años hasta hace 65 millones de años.

La era Mesozoica se caracteriza porque, en general, no se produjeron grandes movimientos orogénicos bruscos, sino que los cambios se produjeron de forma lenta y gradual, a diferencia de la era Paleozoica, caracterizada por una fuerte actividad tectónica que acabó con la formación de un gran super continente que concentraba toda la tierra, denominado Pangea. Durante el Mesozoico tiene lugar la fragmentación del continente Pangea, dividiéndose en dos continentes: Laurasia, localizado en el norte, y Gondwana, en el sur. Al final de la era Mesozoica los continentes se habían fragmentado a casi su forma actual: Laurasia se convirtió en América del norte y Eurasia, y Gondwana formó América del sur, África, Australia, Antártida y el subcontinente Indio.

El clima fue extraordinariamente cálido durante la mayor parte del Mesozoico y las temperaturas eran extremas, sin embargo el clima presentó diversas variaciones durante los distintos periodos de la era Mesozoica: durante el Triásico y gran parte del Jurásico, el clima era más húmedo, siendo así más exhuberante la vegetación, pero debido en gran parte al calentamiento global que se produjo por la expulsión de enormes cantidades de dióxido de carbono por parte de los volcanes en continua erupción, durante el periodo Cretácico, las temperaturas eran mucho más altas y era probable que destacaran los paisajes desérticos.

El comienzo de la era Mesozoica viene fijado por la extinción masiva del Pérmico - Triásico, durante la cual se extinguieron cerca del 96% de las especies marinas y más del 70% de las especies terrestres. Esta gran extinción provocó que se dejaran vacíos una gran cantidad de nichos ecológicos, permitiendo la proliferación y aparición de nuevas especies de dinosaurios. También se debe al clima extremo del periodo Mesozoico, que los dinosaurios tuvieran que adaptarse continuamente a las nuevas condiciones ambientales, cambiando sus características y originando una amplia variedad de especies.

El final del Mesozoico tiene lugar en la extinción masiva del Cretácico - Terciario, en la cual se extinguieron el 50%de las especies, es decir, se extinguieron todos los dinosaurios, mientras que las aves y algunos mamíferos de menor tamaño consiguieron adaptarse a las nuevas condiciones



El Período Triásico

El periodo Triásico es el primero de los tres periodo geológicos de los que se compone la Era Mesozoica, y se extiende desde hace aproximadamente 251 millones de años, hasta hace 199 millones de años. Tanto el principio como el final del periodo Triásico están marcados por importantes eventos de extinción: la extinción masiva del Pérmico-Triásico y la del Triásico-Jurásico, en la cual, desaparecen el 20% de los animales marinos, la mayoría de los géneros de reptiles mamiferoides y los grandes anfibios, mientras tanto, los dinosaurios se vieron beneficiados de esta extinción y siguieron con su expansión del dominio sobre la Tierra. Dentro del periodo Triásico también podemos distinguir distintas subdivisiones:

Durante el Triásico, casi todas las tierras emergidas de la Tierra se concentraban en un supercontinente llamado Pangea, el cual se encontraba de forma más o menos centrada en el ecuador. Fue durante el Triásico superior cuando el supercontinente Pangea comienza a separarse y empieza a mostrar los primeros signos de su fraccionamiento.

El clima del Triásico fue generalmente caluroso y seco, lo que dio lugar a la formación de grandes desiertos. Debido al gran tamaño de Pangea, las zonas del interior del continente estaban demasiado alejadas de la costa como para que el océano pudiera actuar como regulador de las temperaturas, lo que hizo que el clima continental fuera altamente estacional, con veranos muy calurosos e inviernos muy fríos. Es muy probable que en la zona ecuatorial los monzones fueran frecuentes y abundantes, y en los polos, sin embargo, es probable que el clima fuese húmedo y templado.

Podemos dividir las formas de vida existentes en el Triásico en tres grandes grupos: los que superaron la gran extinción de finales del Pérmico, los nuevos grupos surgido durante el Triásico pero que no superaron la extinción con la que terminó este periodo, y aquellos otros que sobrevivieron durante todo el Mesozoico..

Las plantas del Triásico no mostraron muchos cambios desde el Paleozoico, ya que las condiciones ambientales eran prácticamente las mismas, pero sin embargo, hubo algunas diferencias entre cada una de las zonas en las que Pangea se iría fragmentando progresivamente: las plantas que florecieron en la zona que daría lugar a Laurasia, estaban adaptadas a un clima seco y cálido, y las plantas que florecieron en la zona de Gondwana, estaban adaptadas a un clima mucho más húmedo.

Los dinosaurios dominaron la superficie terrestre durante este periodo debido principalmente a la repentina desaparición de la mayoría de los géneros de reptiles mamiferoides. Sin embargo, quedaron algunos de éstos géneros de reptiles mamiferoides, que a lo largo del Triásico volvieron a diversificarse, jugando así un importante papel en la aparición de los mamíferos verdaderos, los cuales evolucionaron a partir de éstos reptiles mamiferoides a finales del Triásico.

pterosaurios
El medio aéreo del Triásico surgieron los antecesores de los pterosaurios, varios pequeños reptiles con alas que hacían breves vuelos de árbol en árbol. Las alas de estos pequeños reptiles alados carecían de plumas y estaban formadas por un tejido membranoso que fue desarrollándose hasta la aparición a finales del Triásico de los verdaderos pterosaurios, un gran grupo de reptiles voladores que ya eran capaces de realizar vuelos de cierta duración.

En el mar, nuevos tipos de coral aparecieron a principios del Triásico, formando arrecifes de tamaño moderado comparados con los del Devónico, o incluso con los actuales. Los ammonites se recuperaron y diversificaron a partir de unas pocas líneas que sobrevivieron a la extinción de finales del Pérmico. Existían varios tipos de reptiles marinos, incluyendo los primeros Plesiosaurios e Ictiosaurios.


Período Jurásico

Como ya se ha mencionado, la era geológica mesozoica consta de tres períodos geológicos, Triásico, Jurásico y Cretácico. El período Triásico allanó el camino para el reinado de los dinosaurios en la tierra y la formación del continente gigante llamado Pangea. Tras el triásico, vino el período Jurásico hace algo más de 200 millones años, donde se evidenció el dominio total de los dinosaurios. Los peces óseos eran las criaturas superiores en el mar y los historiadores plantean que esta era vio la evolución de los primeros mamíferos. Las plantas dominantes fueron las gimnospermas, así como lo fue un grupo de dinosaurios llamados terópodos que desarrollaron plumas para defenderse del frío.

La tierra experimentó cambios drásticos durante la era jurásica, en medio de un clima caliente y seco. Durante este período se inició la evolución de la floración en las plantas y comenzaron a aparecer diferentes tipos de dinosaurios incluyendo a los saurópodos, Diplodocus, Apatosaurus, Allosaurus y Compsognathus. En la primera parte del período jurásico hubo una extinción masiva, provocando la desaparición de una gran cantidad de especies marinas. A mediados del período el continente Pangea empezó a separarse y en la última fase ya la división había llegado a su fase final. El continente Pangea se dividió en tres continentes distintos, Norteamérica, Eurasia y Gondwana.
Diplodocus
El período Jurásico experimentó el derretimiento del hielo polar y esa fue la razón por la que los niveles del mar eran mucho más altos de lo que son hoy.

La formación del supercontinente durante el período Triásico hizo que el clima del período Jurásico fuera seco y desértico. Durante la etapa media, llegaron a existir bosques subtropicales y arrecifes de coral debido al derrame de las vastas zonas inundadas de Pangea. Como factor resultante los cambios estacionales eran más moderados de lo que son ahora. La ruptura continental también provocó el surgimiento de un pequeño océano Atlántico entre América del Norte y Eurasia.

Las condiciones resultantes eran favorables para el crecimiento rápido de los bosques a través de los continentes, con las coníferas como árboles predominantes. Los ecosistemas del Jurásico fueron realmente agradables para la supervivencia de los dinosaurios. El aire se llenó con más y más reptiles voladores y fue la etapa en que comenzó la evolución de las aves. La diversificación de la naturaleza fue el principal factor responsable para que las especies evolucionadas recientemente encontraran sus diferentes nichos ecológicos. La evolución de los dinoflagelados y nanoplancton, organismos dominantes de la micro vida en el océano, allanó el camino para que el fitoplancton hallara un entorno más agradable para sobrevivir. El fitoplancton es un organismo vegetal microscópico y un elemento indispensable en la mayoría de las cadenas alimenticias, incluso en la actualidad. Los grandes arrecifes también fueron reintegrados en el mar poco profundo. Todos estos factores contribuyeron enormemente a la rápida evolución de los peces y otros animales marinos que vemos hoy.

Durante el comienzo de la era jurásica las condiciones climáticas fueron sometidas a cambios bruscos y la presencia de dióxido de carbono alcanzó su máximo histórico. Habían bosques húmedos no sólo en los ecuadores, también estaban extendidos hasta los polos. Ya en las últimas etapas del período jurásico el clima estaba más inclinado hacia una naturaleza subtropical y húmeda, más favorable para la vida. Los paisajes del Jurásico fueron más ricos en vegetación que los del Triásico, especialmente en latitudes altas. El calor y el clima húmedo permitieron que las junglas, selvas y bosques formaran parte de gran cantidad de paisajes jurásicos. Los bosques se empiezan a extender por toda la superficie terrestre y destacan familias como las coníferas similares a los pinos y las araucarias acompañadas de diferentes tipos de helechos y palmeras. Además se hacían presente los ginkgos y los equisetos. Las colas de caballo eran el alimento favorito de los dinosaurios herbívoros y dado que esta planta tenía tallos subterráneos, podía volver a crecer sin experimentar la extinción. Aún no aparecen en este periodo las plantas con inflorescencias. 

La distribución diferencial de la flora constituye un fiel reflejo de la separación de las zonas ecuatorial y septentrional. El desarrollo de reinos diferenciados obedecía a la existencia de barreras marinas entre el norte y el sur, y a la presencia de un mayor gradiente de temperaturas desde los polos hasta el ecuador. Los gradientes térmicos no eran tan pronunciados como lo son actualmente, no existen pruebas de hielo polar durante el Jurásico, y la flora alejada del ecuador correspondía a plantas de zonas templadas. Los paisajes jurásicos estaban dominados por Cycadophyta, y por sus parientes las Bennettitales (cicadeoideas), con aspecto de piñas gigantes cubiertas, en la estación propicia, por llamativas «flores» que no eran auténticas flores. Los bosques de ginkgos, y especialmente de coníferas, daban al paisaje cierto toque de modernidad, pero las plantas con verdaderas flores, los árboles de madera dura y especialmente las hierbas, todavía estaban ausentes. Los animales terrestres predominantes fueron los dinosaurios y la vida en el océano estaba dominada por los plesiosaurios de cuello largo, tiburones, cocodrilos marinos y rayas, aunque abundaban otras criaturas como los cefalópodos, los ictiosaurios, esponjas y moluscos.

plesiosaurios
El período Jurásico es nombrado por las montañas Jura, entre Francia y Suiza, donde se estudiaron por primera vez las rocas de esta era.  ¿Qué hace que la era jurásica sea absolutamente relevante hasta nuestros días? La riqueza de fósiles y la importancia económica, como los campos petrolíferos del Mar del Norte, lo convierten en el mejor período de la historia.


El Período Cretácico

El periodo Cretácico es una de las tres partes en las que se divide la era Mesozoica. Abarca desde el final del periodo Jurásico (hace 145,5 ± 4,0 millones de años) hasta el principio del Paleoceno (hace 65,5 ± 0,3 millones de años). Es el más largo de los periodos geológicos y constituye casi la mitad del Mesozoico. El final del Cretácico define el límite entre las eras Mesozoica y Cenozoica. Los continentes se encontraban en movimiento en el Cretácico, ocupados en remodelar la forma y el tono de vida de la Tierra. Al principio del período, los dinosaurios dominaban los restos que se soltaban del supercontinente Pangea, mientras los roedores huían apresuradamente a sus pies por bosques de helechos, cicas y coníferas. Al final del período, unos 80 millones de años más tarde, los océanos rellenaron los abismos que separaban los aislados continentes con una forma muy parecida a la actual. Las plantas con flor se extendieron por todo el paisaje y los mamíferos se asentaron dispuestos a ocupar el vacío que pronto dejarían los extinguidos dinosaurios. Se formó un cráter gigante en lo que ahora conocemos como la Península de Yucatán.

Que el asteroide o cometa que generó el cráter Chicxulub causara o no la extinción de más de la mitad de las especies del planeta al final del Cretácico sigue siendo un tema de debate científico. Pero los continentes desplazados, las costas ampliadas y los océanos ensanchados habían enfriado y humedecido el clima del planeta y provocado grandes cambios en la fauna y flora. Un impacto extraterrestre o un período de actividad volcánica interna quizás era más de lo que podían soportar muchas de las especies de la Tierra.

Mucho antes de que comenzara la masacre, el Cretácico continuó lo que había iniciado el Jurásico: gigantescos saurópodos guiaban filas de dinosaurios a través de los bosques, por las llanuras y a lo largo de las costas; reptiles marinos con grandes dientes y largo cuello aterrorizaban a los peces, ammonites y moluscos en los mares; pterosaurios y aves con pelo y plumas surcaban los cielos. Pero conforme se desplegaban los continentes, las corrientes oceánicas se agitaban con más vigor aún. Tras un aumento de temperatura a mitad del Cretácico, el clima comenzó a enfriarse y cambió su curso.

Aunque los dinosaurios gobernaron la Tierra a lo largo del Cretácico, cambiaron los grupos dominantes y evolucionaron muchos nuevos tipos. Los saurópodos dominaban los continentes meridionales, pero eran escasos en el norte. Ornitisquios que iban en manada como el Iguanodon se extendieron por todas partes menos por la Antártida. Hacia el final del Cretácico, grandes manadas de bestias con cuernos como el Triceratops masticaban cicadas y otras plantas bajas en los continentes nórdicos. El carnívoro Tyrannosaurio rex dominó el Cretácico tardío en el norte, mientras que monstruosos comedores de carne como el Spinosaurio, que tenía una enorme aleta en forma de vela en su espalda, abundaban en el sur. Los carnívoros más pequeños probablemente peleaban por las sobras.
Tyrannosaurio rex
Otras criaturas, como las ranas, salamandras, tortugas, cocodrilos y serpientes, proliferaban en las ampliadas costas. Mamíferos de la familia de las musarañas correteaban por los bosques. El pterosaurio más grande conocido planeaba en lo alto aunque la especie en su conjunto afrontaba la competencia cada vez más estresante de otras aves que se diversificaban rápidamente: los antepasados de los modernos somormujos, cormoranes, pelícanos y escolopácidos aparecieron todos en el Cretácico.

En los mares templados y poco profundos que se derramaron por los continentes, los cuellilargos plesiosaurios dieron paso a los gigantescos mosasaurios con forma de serpiente. Las rayas y los modernos tiburones se hicieron muy comunes. Abundaban los erizos y estrellas de mar, mientras los arrecifes de coral seguían creciendo. Las diatomeas, un tipo de plancton con concha, realizaron su primera radiación en el océano.

Pero fue la rápida dispersión de las plantas con flor la que se llevó la palma -un despliegue optimizado con la ayuda de los insectos, desde abejas y avispas hasta hormigas y escarabajos. Las magnolias, ficus y sasafrases rápidamente superaron en número a los helechos, coníferas, ginkgos y cicadas.

Mucha de toda esta exuberante vida -incluidos todos los dinosaurios, pterosaurios, pliosaurios y ammonites- pereció con la extinción que ocurrió al final del período hace 65 millones de años. De hecho, la tierra, los mares y los cielos ya nunca serían los mismos en la nueva era que amanecía tras el fin de la era Mesozoica.

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