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martes, 2 de diciembre de 2014

El imperio Khmer

Entre los siglos IX y XIII, Indochina fue testigo de uno de los imperios más poderosos y fascinantes de su historia. Del esplendor y la grandeza de esta civilización son testimonio los numerosos edificios diseminados en una zona que, además de la actual Camboya. Incluye Laos y parte de Tailandia. Aunque influidos por la India, los khmer supieron elaborar una cultura peculiar, para lo cual recurrieron a su patrimonio ancestral y adaptaron a su realidad las tradiciones hindúes y budistas.

En el estado actual de las investigaciones resulta imposible determinar con exactitud los límites de los antiguos reinos de Indochina.  

La reconstrucción de la historia del imperio khmer se basa en las inscripciones, los bajorrelieves, las crónicas dinásticas chinas y un valioso texto, “Recuerdo sobre las costumbres de Camboya”, redactado por el diplomático chino Tcheu Ta Kuan, que vivió en Angkor entre 1296 y 1297.

Funam fue el primer gran reino que se desarrolló al principio de la era cristiana. Se extendía probablemente a lo largo del Golfo de Siam, entre la cuenca inferior del Menam, el delta del Mekong, abarcando el sur de Camboya y llegando en su momento de mayor esplendor a extender su influencia hasta la península de Malasia y Birmania. Las noticias al respecto proceden de los relatos chinos que le dieron al reino el nombre de Funam que, según algunos estudiosos, procede de la palabra en antiguo khmer “bnam” (montaña) y cuyo  significado se ha conservado en el término actual camboyano “Phnom”.

Su actividad principal consistía en la agricultura y el comercio, el cual se beneficiaba de un intercambio intenso desde el  siglo III aC, como testimonian los hallazgos y  las inscripciones. La influencia India fue fundamental para la civilización khmer. La civilización hindú se fusionó con elementos locales dando vida al culto autóctono de la montaña –los soberanos de Funam se atribuyeron el título de “Rey de la montaña”

Chenla debió comprender el bajo Menam y el valle del Mun en la actual Tailandia, Laos meridional y parte del norte oriental de Camboya, extendiéndose quizás hasta las costas del Vietnam actual. Según parece, alrededor del siglo V el reino de Funam se desintegró y un grupo de anteriores vasallos fundaron un principado autónomo al norte del Tonlé Sap, el gran lago alimentado por el río del mismo nombre que constituye el corazón de la actual Camboya El nombre actual deriva del sánscrito Kambujadesha o “País de la progenie de Kambú”. El mítico Kambú Svayambhuva, a quei el mismísimo Shiva le dio como esposa a la ninfa Mera. El término Kambujadesha, abreviado Kambuja, aparece por primera vez en el año 817 en una inscripción en la actual Vietnam.

Las diferencias entre el reino de Funam y el de Chenla eran notables: El primero, habitado sobre todo por una población de ascendencia indonesia, estaba muy ligado al mar, era cosmopolita, abierto a influencias externas y consagrado a una agricultura que padecía por exceso de agua y estaba siempre metida en obras de desagüe y drenaje. El reino Chenla, poblado exclusivamente por khmer, se extendía a las tierras altas y los campesinos, obligados a enfrentarse a la escasez de agua para cultivar el arroz en la montaña, debían almacenarla mediante sistemas de captación. En busca de tierras mejores emigraron hacia el sur y se convirtieron en saqueadores y conquistadores.

Si bien la religión predominante era el shivaísmo, fue en este período cuando se difundió el culto a Harihara, forma divina que engloba a Shiva y Vishnú. Alrededor del año 644 gobernaba el rey Bhavavarman II. Durante su reinado, buena parte de Chenla  se fraccionó en pequeños estados autónomos y fue su sucesor, Jayavarman I, que subió al poder en el año 657 quien intentó su reunificación. No hay indicios ciertos sobre la ubicación de su capital Purandarapura, aunque algunos estudiosos creen localizarla en torno al templo de Ak Yum, en la región de Angkor. A su muerte, el reino se desmoronó nuevamente.

En el siglo VIII, las crónicas chinas hablan de un “Chenla de tierra” y un “Chenla de agua”. El primero, aparentemente, unido y centrado en los antiguos territorios de Chenla. El segundo, fraccionado en numerosos y pequeños estados en la zona que antaño había constituido Funam,

Determinante para la situación de la zona fueron las incursiones de los malayos. Un relato del año 916 habla de la decapitación de un soberano khmer  y es el origen de la subordinación de buena parte de Kambuja a Java.

La situación histórica comienza a volverse más clara a comienzos del siglo IX con la aparición de Jayavarman II, del cual no hay inscripciones directas, pero está representado en un monumento conmemorativo de 1052. En él se dice que el rey Jayavarman II, después de haberse liberado del vasallaje de Java, fundó cuatro capitales, unificó Kambuja y acabó celebrando para su coronación un grandioso rito en el año 802 y dio paso al culto del Devaraja, el “Dios Rey”. En el año 944, el rey Rajendravarman II extendió su autoridad hacia el este hasta la cadena anamita, y alcanzó Birmania en el oeste y el golfo de Siam en el sur.


El primer decenio del siglo XI fue testigo del advenimiento de un rey muy poderoso, Suryavarman I, que unificó casi la totalidad de Kambuja y convirtió en tributarios el sur de Tailandia y parte de Laos. Tras algunos soberanos de escasa importancia, conquistó el poder Suryavarman II, coronado en 1119. Intentó en varias ocasiones invadir Anam ,  llegó hasta el mar en el este, y hasta el corazón de la península malaya en el sur.

Fue este soberano quien edificó Angkor Wat entre 1113 y 1150.. Brah Vishnukik la “Sagrada morada de Vishnú” fue dedicado a la seginda divinidad de la Trimurti (un término sánscrito que hace referencia a los tres dioses principales de la mitología hinduísta; Brahmá -que no se debe confundir con el Brahman (divinidad impersonal hinduista)-,Vishnú y Shiva.) con la que se identificaba.


El nombre con el que hoy es conocido significa “ciudad real (que es) monasterio”, pues después de la revolución religiosa llevada a cabo por  Jayavarman VII en el siglo XIII, el imperio khmer abrazó el budismo y lo, que había sido un santuario vishnuíta, se transformó en un monasterio budista. Se remodelaron algunos edificios para adaptarlos a la nueva religión, y años después llegaron los primeros monjes budistas desde Sri Lanka. A pesar de la fuerza del imperio y haber llegado a tener más de 20 mil habitantes entre sus paredes, un periodo de decadencia llego, donde Angkor fue siendo abandonada hasta que solo quedaron sus monjes, que seguían realizando sus prácticas religiosas en el recinto. Finalmente la ciudad fue abandonada en 1432, y la capital del afectado reino fue movida muy cerca de la actual Phnom Penh.

La selva oculto el yacimiento hasta que un francés llamado Henri Mouhot descubrió el templo, y a través de la publicación de  sus cuadernos de viaje en París, el lugar fue dado a conocer en occidente. Un reportaje fotográfico echo por expedicionarios, termino de publicitar las ruinas que poco a poco fueron siendo más visitadas por adinerados occidentales. En 1908 empezaron las primeras labores de restauración, que los franceses hicieron poco a poco hasta que en los años 70 fueron interrumpidos por la terrible revolución de los khmer rouges. Tras el paso de la revuelta, diferentes servicios arqueológicos continuaron los arreglos y en 1995 el Angkor Vat fue declarado patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO; varios años más tarde participó en las elecciones de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo, quedando como finalista. Sin duda se ha convertido en el símbolo de Camboya, hasta tal punto que aparece en la bandera de su país.

 

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