Al no obtener la anulación del matrimonio por parte del Papa Clemente VII, el rey Enrique VIII de Inglaterra, obliga a la iglesia de su país a reconocerle como máxima autoridad eclesiástica. El Parlamento se ve obligado a aprobar el "Acta de Supremacía" por el que se reconoce al rey, y no al Papa, como máxima autoridad de la Iglesia en Inglaterra, convirtiendo a Enrique VIII en cabeza de la nueva Iglesia Anglicana en su país, escindiéndose de la Iglesia Católica
Durante el primer milenio de la existencia de la iglesia, solamente había una iglesia. La Iglesia de Inglaterra era una parte de la Iglesia Católica que había existido en la Gran Bretaña desde el segundo siglo AD. Hasta el séptimo siglo, la Iglesia en las Islas Británicas gozaba de una gran independencia de Roma. Después de la división entre la Iglesia Oriental y la Iglesia Occidental, en el año 1054 AD, la iglesia inglesa era todavía parte de la Iglesia Occidental bajo la autoridad del Papa como obispo principal. El primer indicio de que los ingleses no se consideraban totalmente bajo el dominio de Roma es la famosa línea en la Carta Magna: La Iglesia Anglicana (Ecclesia Anglicana) será libre.
Lo que preparó el terreno para el desarrollo del anglicanismo fueron los problemas con la sucesión del trono inglés. Después que Enrique VII acabó con sus rivales en la sangrienta guerra civil conocida como La Guerra de las Rosas, él y sus descendientes de la familia Tudor tenían un gran temor al retorno de la inestabilidad de aquella época. Su hijo Enrique VIII contrajo matrimonio con una princesa española, Catalina de Aragón, después de la muerte de su esposo, Arturo, que era el hermano mayor de Enrique. Poco después, ella dio a luz una niña, María. Enrique, hombre muy religioso, comenzó a creer que su matrimonio con la viuda de su hermano había provocado la ira de Dios, puesto que la unión no había producido un hijo, y por lo tanto no tenía un heredero adecuado. Comenzó a analizar sus opciones, especialmente después de haber conocido a la bella cortesana, Ana Bolena.
En aquel tiempo, Enrique VIII era gran partidario del papado y había proporcionado fondos monetarios al Papa y enviado tropas para ayudar la causa de Roma. Además, Enrique VIII expresó su propia condenación del luteranismo. En el 1521, Enrique se ganó el título de Defensor de la Fe debido a sus esfuerzos. Este título lo han conservado todos los monarcas ingleses desde esa época. Cuando él determinó que su matrimonio con la viuda de su hermano era teológicamente inapropiado, le pidió al Papa que anulara el matrimonio.
El Papa se negó a concederle a Enrique VIII el divorcio que pedía. El rey respondió ordenando cuatro estatutos contra el Papa y, en noviembre de 1534, se auto-proclama "Cabeza Suprema de la Iglesia de Inglaterra" tras promulgar la ley conocida como el "Acta de Supremacía". Dicha ley le permitió exigir a sus súbditos un juramento afirmando que el Papa no tenía jurisdicción en Inglaterra. El ministerio de predicar y de administrar los sacramentos se le dejaba al clero, pero los poderes de jurisdicción eclesiástica quedaban en manos del rey.
Los obispos fueron forzados a someterse al rey. El obispo John Fisher prefirió el martirio antes de romper la unidad de la Iglesia. Casi todos los demás obispos cedieron ante el rey. En adelante los obispos fueron elegidos por el rey y permanecían bajo su autoridad aun en las cosas espirituales. Los que permanecieron fieles a su fe católica fueron ferozmente perseguidos, produciéndose numerosos mártires, uno de los más famosos fue Santo Tomás Moro, gran amigo de San Juan Fisher
La Iglesia Anglicana es la Iglesia de Inglaterra y las iglesias que de ella se han desprendido, como por ejemplo, la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos. El anglicanismo se encuentra principalmente en Inglaterra y en territorios que estuvieron bajo la bandera inglesa. Sus miembros son cristianos y creen que la Iglesia de Inglaterra es una verdadera rama de la Iglesia Católica de Cristo. Se organizan jerárquicamente como la Iglesia Católica, con obispos, pero separados del Papa. Algunas de sus diócesis mantienen gran cercanía con la Iglesia Católica. Otras iglesias anglicanas, sin embargo, se inclinan hacia el protestantismo.
La Iglesia Anglicana se considera libre de la autoridad "extranjera" (del Papa). En cambio tienen como "Gobernador Supremo de la Iglesia" al rey (o reina) de Inglaterra y a él (ella) pertenece "el gobierno de todos los estados, sea civil o eclesiástico, en todas las causas". La Iglesia está por lo tanto sometida al poder del estado.
La Iglesia Anglicana se considera libre de la autoridad "extranjera" (del Papa). En cambio tienen como "Gobernador Supremo de la Iglesia" al rey (o reina) de Inglaterra y a él (ella) pertenece "el gobierno de todos los estados, sea civil o eclesiástico, en todas las causas". La Iglesia está por lo tanto sometida al poder del estado.
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