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jueves, 21 de mayo de 2015

Enfrentamientos terrestres en las Islas Malvinas durante la Guerra del Atlántico Sur (1982)

El combate de San Carlos fue un enfrentamiento entre un reducido grupo de soldados de infantería argentinos y las fuerzas británicas de desembarco. Producido el 21 de mayo de 1982, en el área de Puerto San Carlos, sobre el estrecho del mismo nombre (Falkland Sound en la cartografía anglosajona), marca el inicio de los enfrentamientos terrestres en la Guerra del Atlánico Sur. 

El 18 de mayo de 1982 el Grupo Anfibio de Tareas, que trasladaba a la fuerza de desembarco, se unió al Grupo de Portaaviones. Todas las fuerzas disponibles fueron afectadas a la operación de desembarco, codificada como “Operación Sutton”.

El lugar elegido era la zona occidental de la isla Soledad, sobre el estrecho de San Carlos, cerca de su extremo norte. Allí se forman dos brazos de agua que penetran profundamente en la costa; sus aguas son poco profundas y sus playas son suaves, aptas para una operación de desembarco. Sobre la entrada de agua ubicada al norte estaba el Puerto San Carlos, mientras que sobre la entrada sur se encontraba el Establecimiento San Carlos. Ambos lugares poseían pocas casas, y en Puerto San Carlos había una escuela. Al noroeste de Puerto San Carlos, sobre la península de Fanning Head había una pequeña elevación del terreno que los argentinos bautizaron “Altura 234”. Al este de Establecimiento San Carlos había otras alturas, y al sur se encontraban las montañas Sussex, que interrumpían el camino hacia Darwin.

Los británicos habían elegido este lugar después de analizarlo bien y tras descartar otras alternativas. Durante la primera quincena de mayo enviaron unidades especiales que reconocieron el lugar e informaron que no había defensores allí. Sin embargo aunque los argentinos no mantenían en San Carlos una guarnición fija, sus patrullajes en la zona encontraron evidencias de las incursiones británicas, razón que los llevó a emplazar un Equipo de Combate en la zona de Puerto San Carlos y Fanning Head, el 15 de mayo. Los británicos se enteraron de la presencia de estas tropas cuando desembarcaron.

La planificación argentina para la defensa del archipiélago de las Malvinas postulaba como base la defensa de una posición fuerte en la capital insular (Agrupación de Ejército Puerto Argentino), donde se esperaba el desembarco enemigo. En cuanto al resto de las islas, se instalaron guarniciones de diferente fortaleza, pero fue imposible mantener defendido todo el perímetro costero de Malvinas. Los mandos argentinos previeron varios puntos posibles para un desembarco británico, pero no pudieron cubrirlos todos. El dominio del mar por parte británica daba a estos la iniciativa, razón por la cual se les adjudicaba la capacidad de fingir maniobras de distracción en un lugar y realizar el esfuerzo principal en otro.

El movimiento de tropas por tierra para rechazar un desembarco realizado lejos de Puerto Argentino fue descartado por las siguientes razones:
  • Dicho movimiento sería detectado por los ingleses y sufriría duras perdidas por obra de su fuego aéreo y naval.
  • No cabía posibilidad que la Fuerza Aérea Sur lograse la cobertura aérea necesaria para ejecutar dicha maniobra.
  • El suelo malvinense no permitía la marcha de blindados ni el acarreo de artillería y equipo pesado. Un soldado solo podía cubrir 2 kilómetros por hora de marcha diurna en tal terreno, y un kilómetro por hora marchando de noche.
  • El tiempo insumido en la marcha fatigaría a las tropas, que llegarían cansadas, sin contar que daría al enemigo tiempo suficiente a preparar las defensas.
  • Realizar un movimiento helitransportado hasta el lugar también se valoró como muy arriesgado, dado el dominio del aire por los británicos.
  • La cantidad de helicópteros disponibles impedía concentrar en poco tiempo la fuerza necesaria para el combate en la cabeza de playa.
Por estas razones la estrategia argentina fue vigilar las costas y, de producirse un desembarco que fuera identificado como el esfuerzo principal del enemigo, se encargaba a la aviación la tarea de impedir la consolidación de una cabeza de playa. Repasamos a continuación algunos de los enfrentamientos más importantes del conflicto.


Combate en San Carlos

El Grupo de Tareas británica comenzó a desembarcar sus tropas en San Carlos Bay el 21 de mayo de 1982 después de recibir el visto bueno de Londres. Las principales prioridades eran asegurar la cabeza de playa de los ataques y la tierra como muchos hombres y suministros como era posible. Para evitar que las fuerzas argentinas cercanas atacaran la cabeza de playa, grupos de soldados de las Fuerzas Especiales fueron enviados para hacer frente a las amenazas más cercanas conocidas.
  
En Fanning Head, 25 hombres del SBS (Special Boat Service) atacaron una fuerza de 60 soldados argentinos - su sola presencia en la tierra que daba a la bahía de San Carlos amenazó al desembarco-. Los hombres de la SBS se desembarcaron en helicóptero y atacaron apoyados por la artillería del 'HMS Antrim’ que era capaz de disparar con precisión a las posiciones argentinas. A Los soldados argentinos se les dio la oportunidad de rendirse, pero se negaron a hacerlo.  Según los británicos, 11 soldados argentinos murieron, 6 fueron hechos prisioneros y el resto huyeron, Sin embargo Argentina niega bajas fatales en la acción aunque confirma la pérdida de varios hombres que fueron capturados; también dice que tres heridos graves fueron dejados atrás con un suboficial médico, siendo atendidos y salvados por los británicos.

El desembarco en Bahía San Carlos fue un éxito abrumador en el sentido de que todos los hombres y equipos que debían desembarcar fueron puestos en tierra. Sin embargo, para los buques involucrados fue el inicio de un período muy peligroso, que se cobró un número de naves. Los buques de transporte más pequeños anclados en la bahía de San Carlos mientras que los buques de escolta más grandes ancladas en el sonido de las Malvinas. Barcos inmóviles eran blancos obvios para la Fuerza Aérea Argentina. Doce sistemas de misiles Rapier se establecieron alrededor de la Bahía de San Carlos para dar protección contra los ataques aéreos que se esperaban.

Sin embargo, a finales de 21 de mayo, el brigadier Thompson debió sentirse complacido de que los desembarcos anfibios habían ido bien, aunque 3 helicópteros se perdieron por el fuego de los argentinos. 2.400 soldados habían desembarcado y se habían atrincherado. La Siguiente tarea de Thompson fue a mudarse a su fuerza y seguir adelante hacia Puerto Argentino (Port Stanley). Para los hombres de la Marina Real y el Regimiento de Paracaidistas, esto significaba principalmente tener que ir a pie llevando todo su equipo. 


Desde su base alrededor de San Carlos, los hombres de 2 Para recibieron la orden de trasladarse al sur para atacar a la fuerza argentina en Pradera del Ganso y Darwin.

Pradera del Ganso

La Batalla de Pradera del Ganso (en inglés: Battle of Goose Green)3 se libró entre el 27 y 29 de mayo de 1982, durante la guerra de las islas Malvinas entre Argentina y Gran Bretaña. Fue la primera batalla terrestre que libraron ambos contendientes luego de que las fuerzas británicas desembarcadas consolidaran su cabecera de playa en San Carlos (isla Soledad). El enfrentamiento se desarrolló prácticamente en toda la extensión del istmo de Darwin y se saldó con la rendición incondicional de las fuerzas argentinas.

El núcleo de los planes defensivos argentinos giraba en torno a la capital malvinense (Port Stanley, rebautizada Puerto Argentino, en la Isla Soledad); allí se atrincheró la mayoría de las fuerzas de tierra. Guarniciones menores fueron enviadas a la zona del Estrecho de San Carlos: el istmo de Darwin en la isla Soledad, y Howard y Bahía Fox en la isla Gran Malvina.

Por parte británica, la decisión de atacar Goose Green se tomó también el 26 de mayo y también motivó debates acerca de su conveniencia. El brigadier Thompson estaba recibiendo presiones desde Londres para que abandonara la cabecera de playa rumbo a Puerto Argentino, de modo que convocó a una reunión de planificación y se sugirió en principio realizar una simple incursión contra los argentinos en el istmo de Darwin, fundamentalmente para destruir el aeródromo argentino; finalmente se ordenó un ataque que en realidad no era estrictamente necesario. Existían las presiones desde Inglaterra para obtener algún triunfo militar, de modo que la decisión de atacar parece haber sido más de orden político que militar. Chris Keeble, segundo jefe del Batallón 2, dijo después de la guerra:
Seamos objetivos. Para el buen éxito de las Malvinas no era necesario atacar Goose Green, porque el centro, la capital, es Stanley, y si quieres tomar un país, tomas la capital, como si quieres derrotar al enemigo tienes que capturar a su ejército. Ambos estaban en Stanley, así pues ¿por qué ir a Goose Green? Esta pregunta necesita una contestación
A las 02:30 del viernes 28 de mayo ,el teniente coronel Herbert Jones ordenó atacar y las compañías A, B y C del 2º Batallón de Paracaidistas (440 hombres) se lanzaron sobre las posiciones de la sección exploración y la compañía A del Regimiento 12. El combate fue encarnizado y soldados de la sección exploración argentina se replegaron sobre las posiciones de la compañía.

Con gran precisión, las posiciones argentinas fueron castigadas con fuego de artillería naval y de campaña antes de que los paracaidistas las tomasen por asalto. La radio resultó averiada y se perdió contacto. La artillería argentina comenzó a hacer fuego al percibir el asalto británico, pero por la falta de comunicaciones su fuego no estaba dirigido y fue en gran parte ineficaz.

Así y todo, las posiciones argentinas castigaron con fuego de ametralladoras a los paracaidistas que avanzaban al descubierto y les infligieron tres muertos.

Alrededor de las 06:30 del 28 de mayo, los británicos tropezaron con la resistencia de nuevas fracciones argentinas: en Boca House se encontraba una sección de infanteria del regimiento 8 argentino al mando del subteniente Guillermo Ricardo Aliaga, mientras que en Darwin Hill y el sector central se encontraba un variopinto grupo de defensores: se trataba de soldados de la compañía Comando y Servicios del Regimiento 12 (cocineros, abastecedores) y dirigidos por el subteniente Ernesto Orlando Peluffo. 

El avance británico quedó atascado, pues la luz del día daba ventaja a los defensores, que ahora combatían en posiciones preparadas de antemano. Los temerarios ataques británicos no lograron conmover la línea defensiva.


La sección de reserva argentina sufrió enormes pérdidas, pero hacia las 09:30 los británicos suspendieron su avance y retrocedieron organizadamente, buscando protección. Los combates nocturnos habían significado un gran gasto de munición, y los paracaidistas debieron proveerse con las municiones de sus compañeros muertos y heridos.

Jones estableció su puesto de mando en el sector oriental de la línea de combate, cerca de la compañía A de Farrar-Hockley que estaba detenida frente a Darwin. Los artilleros británicos tiraban sin respiro, mientras que cuatro helicópteros trasladaban munición y evacuaban heridos. Pero con la llegada de la luz diurna la fragata Arrow abandonó su misión de apoyo de fuego por temor a los ataques aéreos argentinos.

En efecto, poco después llegaron sobre el campo de batalla aviones Pucara enviados desde la capital malvinense, los cuales bombardearon a los paracaidistas y los presionaron a retirarse en busca de refugio.

En uno de los episodios más debatidos de la guerra de Malvinas, según la versión oficial británica, Herbert Jones observó que un nido de ametralladoras argentino mantenía inmovilizada a la compañía A del mayor Farrar-Hockley; y Jones, queriendo demostrar a sus hombres como había que combatir, se adelantó sobre una trinchera argentina con intenciones de tomarla por asalto.decidió atacarla personalmente para estimular a sus tropas. Dirigió su pelotón comando contra la posición argentina y cayó en el ataque, siendo el oficial de mayor rango entre los británicos en perder la vida durante el conflicto.

El mando del ataque pasó al segundo jefe del batallón, el mayor Chris Keeble, quien contempló una serie de malas noticias: un helicóptero que se dirigía a evacuar al jefe británico fue abatido por un Pucará argentino cerca de Camilla Creek House; habían sido muertos o heridos cuatro jefes de pelotón; luego, el avance sobre Darwin Hill se había vuelto a detener. La victoria esperada está muy lejos, e hizo que Keeble exclamara, según se relata en el libro “No picnic” del brigadier Julian Thompson: “¿Cómo diablos capturo Goose Green?”; según esta fuente, los británicos esperaban «tomar el desayuno en Goose Green» al amanecer del 28 de mayo.

Keeble decidió utilizar las reservas. A las 12:30, el enemigo inglés lanzó un masivo ataque final. Su fuerte fuego de artillería de campo y morteros castigaron las posiciones del RI 8 y de la Compañía A y efectivos de la Compañía de Servicios Darwin. 

La situación se hizo insostenible para los efectivos nacionales que habían combatido hasta el límite de sus posibilidades logísticas. A las 21:30, del 29 de mayo el Jefe de la Fuerza de Tareas Mercedes informó que la situación ya no podía sostenerse. A las 11 horas del 30 de mayo se produjo el cese de fuego y poco después el vicecomodoro Pedrozzo, como oficial más antiguo, presentó la rendición, la cual se llevó a efecto con honores militares y fuera de la vista de los civiles.

En la batalla de Pradera del Ganso los argentinos tuvieron 50 muertos y alrededor de 150 heridos. En un principio los británicos difundieron la cifra de 250 argentinos muertos, que luego fue rectificada. Al parecer la confusión surgió de contabilizar como fallecidos al total de bajas, incluyendo los heridos. Testigos presenciales dijeron que en la fosa común donde sepultaron a los vencidos no había 250 cadáveres. De todos modos, hasta que se rectificó la cifra la confusión provocó angustias. El periodista argentino Nicolás Kasansew, en su obra citada, menciona las dudas que la confusión de cifras le causaba: “¿se habían equivocado tan fieramente al contar o es que algo había pasado después de la batalla?

Por su parte, los vencedores inicialmente admitieron haber surfrido 12 muertos y una cifra no precisada de 30-40 heridos. Según la más reciente Historia Oficial Británica escrita por Sir Lawrence Freedman, los británicos sufrieron 16 muertos y alrededor de 66 heridos de mayor o menor gravedad, El mayor Rick Jolly, un médico británico, quien fue condecorado por ambos bandos, sostiene que atendió a 64 británicos heridos en la dura acción.

Después de la batalla los médicos británicos continuaron con la tarea de atender a los heridos de ambos bandos, llevándolos al hospital de campaña instalado en la Bahía Ajax, en la zona de San Carlos. Los prisioneros argentinos fueron puestos a recoger a sus muertos, el armamento y equipo esparcido por el campo de batalla. Los cadáveres de los vencidos fueron puestos en una fosa común donde se los sepultó tras un oficio religioso, mientras que a los muertos británicos se les destinó un terreno seco donde los sepultaron envueltos en sudarios plateados; tras pronunciar los nombres de los caídos, se los sepultó con honores.

Los prisioneros argentinos fueron llevados al campo de detención que se había instalado en San Carlos, donde la gran mayoría (excepto los oficiales de mayor graduación) fueron embarcados en el buque “Nordland” y llevados a Montevideo (Uruguay) para ser devueltos a Argentina.

El triunfo británico en Pradera del Ganso significó un golpe a la moral de los argentinos, tanto en las islas como en Argentina continental, y provocó el efecto contrario en los británicos. En términos políticos fortaleció al gobierno británico, el cual pudo exhibir ante el público un triunfo militar y presentarlo como una prueba de la superior capacidad de los soldados británicos.

La toma del istmo de Darwin significó en términos estratégicos que  las guarniciones argentinas en la isla Gran Malvina quedaron aisladas hasta el final de la guerra, pues Goose Green servía como puesto intermedio de comunicaciones con Puerto Argentino. Los británicos tenían su retaguardia y flancos cubiertos para avanzar en profundidad a Puerto Argentino, lo cual hicieron al punto que el 30 de mayo el Batallón 42 de Marines y otras fuerzas de apoyo tomaban el monte Kent, frente a las primeras líneas argentinas en la capital. Por parte argentina se evidenció la falta de una estrategia dinámica que pudiera disputar terreno al enemigo: Menéndez y sus oficiales en Puerto Argentino no creían posible efectuar ofensivas desde la capital, pues podía debilitarse esta guarnición y facilitar un ataque anfibio británico. Desde Buenos Aires se barajaron varias ideas, incluyendo un asalto de paracaidistas sobre San Carlos, pero todos los planes fueron descartados por el enorme riesgo que suponían. Los británicos, que dominaban el mar y el cielo en torno al archipiélago, retuvieron la iniciativa en la campaña terrestre.

Monte Longdon

La batalla de Monte Longdon fue una batalla que tuvo lugar durante la Guerra de Malvinas entre las fuerzas británicas y argentinas. Aconteció entre la noche del 11 y se extendió hasta la madrugada del día 12 junio de 1982 y se saldó con la victoria de las tropas británicas. Es considerada la batalla más importante del conflicto ya que se trataba de una posición clave en torno a la guarnición argentina de Puerto Argentino.

La fuerza argentina (278 hombres) consistió en la Compañía B del Regimiento de Infantería 7 (RI 7), 1ª sección de la Compañía de Ingenieros Mecanizada 10, una Sección del Batallón de Infantería de Marina 5, así como otros destacamentos de otras unidades. El comandante local argentino era el mayor Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores

La fuerza británica (450 hombres) consistió en el 3 PARA bajo las órdenes del teniente coronel Hew Pike (más tarde un general), apoyada por el 29º Regimiento de Artillería Real, con 6 cañones de 105 mm. El 2 PARA estaba en reserva. El apoyo naval fue proporcionado por el HMS Avenger.

El 3 de junio, un centinela informó de figuras en movimiento. Los paras abrieron fuego y un confuso tiroteo se desarrolló en la oscuridad, con armas cortas, ametralladoras, misiles antitanques LAW y granadas de fusil Energa intercambiándose. La patrulla de comandos al mando del capitán Rubén Figueroa fue bastante agresiva y antes del amanecer había obligado a retirar a los 30 paras, teniendo que dejar atrás gran parte de su equipo. Sólo un suboficial argentino (Sargento Rubén Poggi) resultó levemente herido durante el ataque argentino. A partir de entonces las patrullas británicas tuvieron que ser montadas más cerca de su propia línea.

Como la historia oficial del Regimiento de Paracaidistas británico ha reconocido:
Se vieron obligados a evacuar sus posiciones rápidamente, dejando atrás sus mochilas y la radio, pero lograron retirarse sin sufrir ninguna baja. La ubicación se examinó en la tarde del 8 de junio por otra patrulla, pero no había ni rastro de las mochilas o de radio, lo que significaba que la red de comunicaciones por radio del batallón podía haber sido comprometida.
Sin embargo, el Coronel Pike y sus jefes de compañía, en la víspera de la batalla todavía tenían a los comandantes argentinos en baja estima, y no esperaban que dieran mucha resistencia.

Por esta razón, el coronel británico esperaba sorprenderlos al avanzar lo más cercano posible a su pelotón adelantado al amparo de la oscuridad, antes de irrumpir en sus trincheras con la bayoneta calada. Los tres objetivos principales - Fly Half Full Back y Wing Forward - fueron nombrados como en las posiciones empleadas en el juego de rugby. La Compañía B atacaría a través de Fly Half (apertura) procedería hacia Full Back (espalda), mientras que la Compañía A, seguido por la Compañía C, si es necesario, haría lo mismo en Wireless Ridge.

Al anochecer el viernes 11 de junio, el 3 PARA marcho a sus líneas de partida, y después de una breve pausa, comenzaron a hacer su marcha de cuatro horas hacia sus objetivos. 

Justo cuando parecía que los paracaidistas sobrepasarían el 2.º Pelotón del sargento Raúl González en el vertiente sur de la montaña y el 3.º Pelotón del teniente Enrique Neirotti en el vertiente norte, refuerzos del 1er Pelotón del teniente Hugo Quiroga de la Compañía de Ingenieros 10º en Fullback llegaron para ayudar a Neirotti y González. A través de los combates iniciales en este sector, la mayoría de las posiciones argentinas se mantuvieron firmes, los recientemente llegados ingenieros usando visores nocturnos montados en la cabeza, resultaron ser bastante letal para los paracaidistas. La batalla iba mal para el mayor Argue Mike. La resistencia argentina era fuerte y bien organizada.

Ahora era el turno de los argentinos para atacar. Bajo la dirección de un suboficial, convergieron hacia el puesto de socorro británico. El sargento británico Brian Faulkner, al ver que más de 20 heridos paras en las laderas occidentales de la montaña estaban a punto de caer en manos de uno de los argentinos, desplegó a todos los que estaban lo suficientemente aptos para defender el puesto de socorro regimental británico.

Las cosas estaban tan mal que la compañía del Mayor Mike Argue de cesaron el fuego y dedicaron todos sus esfuerzos para retirarse de Fly Half. El comandante británico de la Brigada de Comandos, el brigadier Julian Thompson, dijo después
"Yo estaba a punto de retirar mi Paras de Monte Longdon. No podíamos creer que estos adolescentes disfrazados como soldados nos estaban haciendo sufrir muchas bajas".
Tras los inesperadamente feroces combates en Fly Half, el mayor Argue tiro hacia atrás los Pelotones Números 4 y 5, y el Regimiento de Artillería Comando 29 empezó a martillar la montaña desde Monte Kent, después de la cual se llevó a cabo un ataque del flanco izquierdo. Bajo intenso fuego, los restos de los pelotones 4 y 5 al mando del teniente Mark Cox comenzaron hacia su objetivo Full Back, sufriendo algunas bajas mientras avanzaban.

Finalmente, el  Monte Longdon cayó en manos británicas. 23 muertos y 47 heridos entre las tropas británicas y 31 muertos, 120 heridos y unos 50 prisioneros entre los defensores argentinos fue el saldo de la batalla. 

Desde el punto de vista militar la batalla fue la más sangrienta en Malvinas. Aunque muchas veces se ha afirmado que comandos argentinos o mercenarios estadounidenses se repartieron entre los defensores y esto permitió que los argentinos combatieran bien, lo cierto es que solamente 23 infantes de marina argentinos estuvieron presentes, y estos se dividieron entre los soldados del ejército presentes.

Fue una cuestión de días y horas, a partir que las fuerzas británicas tocaron tierra en Islas Malvinas y a partir de su avance sin pausa, la caída de Puerto Argentino estuvo siempre latente y se produjo finalmente, el 14 de junio de 1982 cuando el gobernador argentino, el ex general Mario Benjamín Menéndez, se rindió ante el jefe de las ‘Task Force’, Jeremy Moore. (ver más)




Comunicado N° 158 del Estado Mayor Conjunto, 14 de junio de 1982 a las 10.00: 
"El Estado Mayor Conjunto comunica que a las 22.30 de la noche de ayer, 13 de junio de 1982, las fuerzas inglesas reiniciaron su ataque por tres puntos del frente de combate, utilizando una gran cantidad de medios. La lucha se ha generalizado por la posesión del monte Thumbledown y Wireless Ridge, con intervención de infantería y artillería de ambos bandos. Hasta el presente, las fuerzas argentinas contienen el ataque y mantienen sus posiciones." 

Comunicado N° 159, a las 12.00: 
"El Estado Mayor Conjunto comunica que en las acciones que se están desarrollando en proximidades de Puerto Argentino, las tropas propias se encuentran combatiendo duramente con el enemigo, que ha progresado en su avance para alcanzar posiciones claves de la defensa argentina, ubicadas en el monte Thumbledown y Wireless Ridge. Estas posiciones están situadas a 4 kilómetros al oeste de Puerto Argentino." 

Comunicado N° 160, a las 13.35: 
"El Estado Mayor Conjunto comunica que a las 8.30 del día de la fecha, 14 de junio de 1982, el enemigo ha ocupado el sector del monte Thumbledow y Wireless Ridge, luchándose actualmente en dicha área. Nuestros efectivos han ocupado nuevas posiciones para obtener mayor efectividad en la extrema defensa, que se mantiene con un alto espíritu de lucha." 

Comunicado N° 161, a las 15.15: 
"El Estado Mayor Conjunto comunica que las tropas inglesas han continuado su avance, pese a la enconada y heroica resistencia de las fuerzas argentinas, librándose, actualmente, combates violentos en las proximidades de Puerto Argentino." 

Comunicado N° 162, a las 16.30: 
"El Estado Mayor Conjunto comunica que se continúan librando intensos combates en la zona de caseríos, en los suburbios de Puerto Argentino. Las tropas argentinas, con gran valor y decisión, continúan enfrentando a un enemigo que las supera en número, medios y tecnología." 

Comunicado N° 163, a las 16.50: 
"El Estado Mayor Conjunto comunica que el comandante de la fuerza de tareas británicas, general Moore, conferenció con el comandante militar de Malvinas, general de brigada Mario Benjamín Menéndez, hoy, 14 de junio de 1982, a las 16. En estos momentos en la zona de Puerto Argentino hay un alto al fuego de hecho, no concertado por ninguna de las dos partes." 

Comunicado N° 164, a las 23.05: 
"El Estado Mayor Conjunto comunica que la reunión prevista para las 16 horas del día de hoy, 14 de junio de 1982, entre el comandante de la Fuerza de Tareas británicas, general Moore, y el gobernador militar de las islas Malvinas, general de brigada Mario Benjamín Menéndez, fue diferida para las 19 horas. En ella se debían acordar las condiciones del cese del fuego." 

El último comunicado del Estado Mayor Conjunto, el número 165, se difundió el 15 de junio y a través del mismo se informó del fin de las hostilidades, sin utilizar la palabra ‘rendición’: 
"El Estado Mayor Conjunto comunica que en el día de ayer, 14 de junio de 1982, se produjo la reunión entre el comandante de las Fuerzas inglesas, general Jeremy Moore, y el comandante de la guarnición militar Malvinas, general de brigada Mario Benjamín Menéndez. En dicha reunión se labró un acta en la cual se establecen las condiciones del cese de fuego y retiro de tropas."
Cementerio argentino en Malvinas

Cenotafio en Buenos Aires
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