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jueves, 9 de julio de 2015

9 de julio de 1816 - Delegados de catorce provincias y ciudades de las actuales repúblicas de Argentina y Bolivia, reunidos en el congreso que sesiona en Tucumán, declaran la independencia de España y de cualquier otro poder de la tierra.

La Declaración de la Independencia fue, básicamente, un acto de coraje, una especie de gran compadrada en el peor momento de la emancipación americana. En el norte del continente, Bolívar había sido derrotado. Chile estaba nuevamente en manos de los realistas. Los españoles amenazaban Salta y Jujuy y apenas si eran contenidos por las guerrillas de Güemes. Para empeorarlo todo, Fernando VII había recuperado el trono de España y se preparaba una gran expedición cuyo destino sería el Río de la Plata. La Banda Oriental estaba virtualmente ocupada por los portugueses. Y en Europa prevalecía la Santa Alianza, contraria a las ideas republicanas. En ese momento crítico los argentinos decidimos declararnos independientes. Fue un gran compromiso, el rechazo valiente de una realidad adversa. Era empezar la primera navegación de un país independiente, sin atender las borrascas ni los riesgos. Un acto de coraje. (Félix Luna)

La instalación de José de San Martín en Cuyo, el apoyo de la población local y el auspicio no oficial de Gran Bretaña a los movimientos de emancipación americanos dieron fuerza a las tendencias independentistas. 

El 9 de Julio evoca la jornada en que un grupo de representantes de las Provincias Unidas confirmó en una declaración su intención de poner fin a siglos de dominio colonial español. La declaración de la independencia fue un acto soberano y colectivo. El histórico Congreso de Tucumán reunió a 28 diputados, que sesionaron y debatieron día a día durante muchos meses para proyectar una nueva nación. Allí se trazaron los primeros lineamientos de lo que luego sería la Argentina.


Antecedentes:

1776
Independencia de Estados Unidos: El 4 de julio las colonias inglesas proclamaron "Estados libres".

1789 
La Revolución Francesa: El 14 de julio el pueblo de París tomó la Bastilla y expulsó a la monarquía. Las ideas revolucionarias provocaron en Buenos Aires la formación de grupos como la "Sociedad de los Siete", que soñaban con una república basada en los principios de "Libertad, Igualdad y Fraternidad". La Revolución Francesa marcó la confluencia entre las tendencias más radicales y las más moderadas.

1806-1807 
Invasiones Inglesas: Con la Revolución Industrial (Gran Bretaña) y en respuesta al bloqueo napoleónico, Gran Bretaña buscó nuevos mercados e intentó conquistar el Plata. 

1807
Cabildo Abierto en Buenos Aires: La participación de los criollos en la derrota de las Invasiones Inglesas y el temor ante un nuevo intento británico llevaron a que el Cabildo Abierto del 14 de agosto decidiera la organización militar del pueblo de Buenos Aires. Más tarde, los nuevos cuerpos milicianos se convertirían en una de las bases decisivas para el posterior accionar patriota.

1808
Invasión a España: Tras decretar el boicot a Inglaterra, Napoleón invadió España y apresó a Carlos IV y a Fernando VII. Se formaron Juntas de Gobierno.

1809
Asonada de ÁlzagaUn grupo afín al Cabildo de Buenos Aires encabezado por uno de sus miembros, el alcalde Martín de Álzaga.  intenta destituir al virrey del Río de la PlataSantiago de Liniersel 1º de enero de 1809

1810 
Revolución de Mayo: El 22 de mayo los patriotas, igual que en España, formaron una Junta presidida por el virrey Cisneros. Pero enseguida el virrey fue destituido y nació la Primera Junta, presidida por Cornelio Saavedra, jefe del Regimiento de Patricios, y con Mariano Moreno como secretario, quien encarnó la tendencia más radical. Así, morenistas y saavedristas encarnaron las dos líneas de la Revolución de Mayo: la primera, de tendencia política profunda; la segunda, con la idea de un proceso de cambio gradual y ordenado. La Logia Lautaro y la Sociedad Patriótica, a las que pertenecía San Martín, continuaban la línea morenista y animaban un proyecto de emancipación continental. 

Primera Campaña del Alto Perú Las milicias partieron de Buenos Aires en julio: vencieron a Liniers en Córdoba y triunfaron en Suipacha (primera victoria patriota), pero sufrieron la derrota en Huaqui. 

1811 
Junta Grande: Renunció Moreno y se incorporaron los delegados del interior. Se impuso una línea más moderada. 

Primer Triunvirato: La derrota de Huaqui y la presión morenista llevaron a instaurar un nuevo tipo de gobierno.

Campañas de Simón Bolívar: Bolívar, siguiendo el camino abierto por Francisco de Miranda, inició la lucha por la liberación de Hispanoamérica.

1812 
Segundo Triunvirato: Tras la intervención de la Logia Lautaro, se impuso un gobierno de carácter más radical.

1813 
Asamblea de 1813: Organizada por los simpatizantes de la Revolución Francesa, esta asamblea expresó las tendencias más avanzadas de la Revolución de Mayo: suprimió los títulos de nobleza, la inquisición y la tortura, abolió la encomienda, creó el Escudo Nacional y aprobó el Himno Nacional, pero concluyó sin declarar la Independencia y sin adoptar una Constitución.

1814
Fernando VII vuelve al trono español: Tras la derrota de Napoleón en España, Fernando VII hizo frente a la rebelión de las colonias americanas. Los éxitos de los ejércitos realistas dejaron al Río de la Plata como la única región libre del dominio español.

1814-1816 
Directorios: Para dar mayor firmeza al gobierno, la Asamblea decidió concentrar todo el poder en una sola persona: creó el cargo de Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

1815 
Congreso de Viena: En Viena, las potencias vencedoras de Napoleón decidieron propiciar la restauración del régimen absolutista en toda Europa. 

Revolución de 1815: La revolución del 15 de abril depuso a Alvear y disolvió la Asamblea del Año XIII. A partir de estos hechos, se exigió realizar un Congreso General. 

Carta de Jamaica: El 6 de septiembre Simón Bolívar escribió su famosa Carta de Jamaica, donde llamó a la unidad política sudamericana


El Congreso de Tucumán

El Congreso fue convocado cuando la Santa Alianza promovía en Europa la restauración monárquica y combatía los movimientos liberales y democráticos. Comenzó en Tucumán, por el creciente disgusto de los pueblos del interior con Buenos Aires. Desde la supresión de la Junta Grande por el Primer Triunvirato en 1811 y hasta el Directorio de Alvear, la conducción porteña había impuesto sus criterios centralistas, desconociendo las tendencias confederales de la mayoría de esos pueblos. Las provincias fueron convocadas para reunirse en Tucumán y enviaron sus diputados. Estuvieron incluidas algunas del Alto Perú, por entonces en manos realistas, pero no participaron Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y la Banda Oriental, por diferencias políticas. Entre los congresistas predominaba el sentimiento antiporteño. Las sesiones comenzaron el 24 de marzo de 1816, con Álvarez Thomas como Director Supremo, en la casa de doña Francisca Bazán de Laguna, y fueron anunciadas por una salva de 21 cañonazos. Pero pronto Álvarez Thomas renunció, y el 16 de abril fue reemplazado por Antonio González Balcarce, que también renunció. El 3 de mayo, Juan Martín de Pueyrredón, del grupo porteño, fue elegido Director Supremo, con el objetivo de pacificar y unir a todo el territorio.
La casa de doña Francisca Bazán de Laguna, tal como luce en la actualidad

Los diputados Esteban Agustín Gazcón, Teodoro Sánchez de Bustamante y José Mariano Serrano presentaron un plan aceptado por todos y cuyos puntos fundamentales fueron:
  • Comunicarse con todas las provincias para insistir en la necesidad de unión y así enfrentar al enemigo externo.
  • Declarar la Independencia.
  • Discutir la forma de gobierno más conveniente para las Provincias Unidas.
  • Elaborar un proyecto de Constitución.
  • Preparar un plan para apoyar y sostener la guerra en defensa propia, proveyendo de armamentos a los ejércitos patriotas.

Se declara la Independencia

El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán resolvió tratar la Declaración de la Independencia. Presidía la sesión el diputado por San Juan, Juan Francisco Narciso de Laprida.

Tras una serie de medidas y después de arduas discusiones acerca de la forma de gobierno, a pedido del diputado jujeño Teodoro Sánchez de Bustamante, se discutió el proyecto de Declaración de la Independencia.

El secretario Juan José Paso leyó la propuesta: preguntó a los congresales
"¿Queréis que las Provincias de la Unión sean una Nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli?". 
Los diputados aprobaron por aclamación y luego, uno a uno, expresaron su voto afirmativo. Acto seguido, firmaron el Acta de la Independencia.


Después de tres meses y medio de sesiones, el Congreso proclamó este día la existencia de una nueva nación libre e independiente de España u otras naciones. 

Las Provincias Unidas del Río de la Plata en el momento exacto de su Independencia en el 9 de julio de 1816

Después del 9 de Julio

En el día siguiente se realizaron desfiles militares y por la noche se celebró una gran fiesta a la que concurrieron los congresales, el general Manuel Belgrano y numerosas damas y caballeros tucumanos. Entre todas las mujeres presentes se eligió una reina. La corona le tocó a la hermosa rubia Lucía Aráoz, a la que todos comenzaron a llamar "la rubia de la patria". 

Una vez declarada la independencia de los reyes de España, circulaba el rumor de que los congresales, influidos por Belgrano y Juan Martín de Pueyrredón, estarían dispuestos a crear una monarquía para luego ceder la corona a la casa real portuguesa. Los congresales advirtieron que, de ese modo, se pondría en riesgo la precaria unidad lograda con la declaración de la Independencia. Por eso el 19 de julio, reunidos en sesión secreta, decidieron modificar el Acta aprobada el 9, agregando al texto original ("una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli"), la frase: "y de toda otra dominación extranjera". 

El 21 de julio la Independencia fue jurada por los diputados en presencia del gobernador de Tucumán, funcionarios eclesiásticos, militares e invitados especiales. La fórmula de juramento fue la siguiente:
“¿Juráis por Dios Nuestro Señor y esta señal de cruz, promover y defender la libertad de las provincias unidas en Sud América, y su independencia del Rey de España, Fernando VII, sus sucesores y metrópoli, y toda otra dominación extranjera? ¿Juráis a Dios Nuestro Señor y prometéis a la patria, el sostén de estos derechos hasta con la vida, haberes y fama? Si así lo hiciereis Dios os ayude, y si no, El y la Patria os hagan cargo”.
En 1817 el Congreso se trasladó a Buenos Aires y concluyó su labor en 1820. El 3 de diciembre de 1817 el Congreso sancionó un Reglamento Provisorio que ordenaba el flamante Estado con el preámbulo de la Constitución de 1819. En 1819, aprobó la Constitución, que, si bien no establecía una monarquía, era bastante conservadora. Establecía un Ejecutivo a cargo de un Director Supremo que duraría cinco años en el cargo y que sería nombrado en forma indirecta por el Poder Legislativo. Pero su carácter conservador, sumado a la privación de la calidad soberana a las provincias mediante el sistema unitario, motivó su repudio, la disolución del Congreso y la caída del Directorio. Así, las provincias quedaron como Estados soberanos hasta una nueva y también fugaz tentativa de organización constitucional, hacia 1825.


Constitución de las Provincias Unidas de Sudamérica.

En 1825 la ley fundamental cambió el nombre de Provincias Unidas de América del Sur por el de Provincias Unidas del Río de la Plata; y por fin, la Constitución de 1826 convirtió a las provincias unidas en la Nación Argentina. En ese mismo momento se producía el desmembramiento de los territorios que habían sido parte del Virreinato del Río de la Plata, este proceso se hizo evidente con la sublevación de la Banda Oriental y su posterior entrega a Brasil. El federalismo logró en parte sus objetivos con la Constitución de 1853 que, si bien instauró este sistema, no pudo terminar con los enfrentamientos entre Buenos Aires y las provincias. Lo cierto es que el poder de Buenos Aires como ciudad puerto y llave maestra de las exportaciones agropecuarias, base de la economía argentina, condicionaría la historia del país. 


Independencias en Latinoamérica

Desde principios del siglo XIX, las revoluciones se extendieron por todos los países de lengua hispana de Latinoamérica. Algunos, antes, y otros, más tarde, obtuvieron su Independencia.

Ordenado cronológicamente:


HAITÍ
ECUADOR
COLOMBIA
MÉXICO
CHILE
PARAGUAY
VENEZUELA
PERÚ
COSTA RICA
EL SALVADOR
GUATEMALA
HONDURAS
NICARAGUA
BRASIL
BOLIVIA
URUGUAY
PANAMÁ
GUYANA
SURINAM
1º de enero de 1804
10 de agosto de 1809
20 de julio de 1810
16 de septiembre de 1810
18 de septiembre de 1810
14 de mayo de 1811 (*)
5 de julio de 1811
28 de julio de 1821
15 de septiembre de 1821
15 de septiembre de 1821
15 de septiembre de 1821
15 de septiembre de 1821
15 de septiembre de 1821
7 de septiembre de 1822
6 de agosto de 1825
25 de agosto de 1825
3 de noviembre de 1903
26 de mayo de 1966
25 de noviembre de 1975
(*) La independencia del Paraguay fue el proceso histórico por el cual la actual República del Paraguay se independizó de España, su metrópoli colonial, al tiempo que rechazaba también incorporarse al estado denominado Provincias Unidas del Río de la Plata (del mismo modo que a su sucesor, la Confederación Argentina), que pretendía ejercer soberanía sobre todos los dominios del extinto virreinato del Río de la Plata, incluida la intendencia del Paraguay.
No existe consenso entre los historiadores acerca de las fechas que definen los límites de dicho proceso independentista. No obstante, se admite generalmente que a partir de la revolución de mayo de 1811 y en adelante, el Paraguay se administró a sí mismo sin subordinación a gobiernos exteriores.

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