El Japón inició su carrera como rival de las potencias europeas a partir de la restauración de la dinastía Meiji en 1868; allí comenzó la transición hacia el Japón moderno, basada en la industrialización rigurosamente planeada, priorizando la estratégica. Simultáneamente se creó y se profesionalizó el ejército. La Primera Guerra le permitió avanzar enormemente en su desarrollo, pero la posguerra lo enfrentó al reacondicionamiento a la competencia europea y a las barreras norteamericanas que obedecían a la política de "alto al Japón". La crisis de 1929, al restringir y dificultar los mercados, ahondó el problema de este país con una base geográfica tan pequeña. La solución se presentó en el avance de un movimiento militarista con el objetivo de buscar la expansión militar en Asia. En 1937, el militarismo se impuso: eliminó la participación de los partidos políticos en el gabinete y desapareció el control parlamentario. Para la expansión existía, no obstante, un problema fundamental: la dependencia de abastecimiento externo de petróleo.
Para los Estados Unidos, el avance del Japón afectaba el balance de poder económico y político en el Lejano Oriente, dificultando, entre otras cosas, el usufructo de la política de "puerta abierta" al comercio en la China. Durante más de un año, con anterioridad a Pearl Harbor, el gobierno norteamericano ejerció medidas de presión económica para "desanimar" al Japón: embargo de envíos de metal para la industria nipona como consecuencia del pacto que Japón había firmado con Alemania e Italia; interrupción del comercio, incluyendo el petróleo, a raíz de la invasión japonesa a Indochina... En noviembre de 1941, la inteligencia norteamericana sabía que Japón no se rendía y que pensaba atacar. En ese momento, ya el 25% de la industria norteamericana estaba destinada a la producción de guerra.
Durante 1941 las relaciones entre Estados Unidos y Japón eran tensas, sobre todo, después de que Franklyn D. Roosvelt había congelado todos los créditos japoneses en los Estados Unidos, además de bloquear el suministro de petróleo al Japón.Sin embargo, el ataque japonés fue un grave error estratégico para el Eje, en primer lugar porque abría un nuevo frente de combate y fundamentalmente porque provocaron la entrada en la guerra de un gigante como los Estados Unidos.Hitler, que tenía a sus tropas atrapadas por el invierno ruso, en las puertas de Moscú, esperaba que los japoneses atacaran a Rusia desde Siberia para estrangularla en una operación de pinzas con el ejército alemán.Desde el punto de vista del Eje, la visión de Hitler era la correcta pero los japoneses, igual que Mussolini, desconfiaban con buen tino de su aliado alemán.Si Mussolini atacó a Grecia para iniciar una guerra paralela a la de Hitler, tratando de asegurase una mejor posición ante la creciente hegemonía alemana, los japoneses atacaron a los Estados Unidos con la esperanza de que Alemania se desangrase en su guerra con los rusos. En ese sentido, los japoneses acertaron en su política de no asistir a los alemanes con un ataque masivo desde Siberia, pero nunca debió atacar a los Estados Unidos por una cuestión de equivalencias. A pesar del heroico esfuerzo demostrado durante cuatro largos años de guerra, Japón nunca tuvo posibilidades reales de vencer a una potencia gigantesca como los Estados Unidos, que contaba con una industria armamentística muy superior en recursos humanos y materias primas. Además los japoneses tuvieron que librar la guerra prácticamente solos contra una coalición de naciones encabezada por los Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Inglaterra, India, el ejército nacionalista chino y demás países del sudeste asiático que preferían combatir con los aliados antes que servir a los japoneses.
Hoy hay quienes afirman que los planes de ataque sobre Pearl Harbor ya eran conocidos por los norteamericanos. Simplemente la administración Roosevelt lo utilizó para enardecer a la opinión pública norteamericana y poder entrar a la Segunda Guerra Mundial
Sin embargo, la historia oficial señala que El ataque comenzó a planearse años antes, cuando se esbozo el primer borrador de este. El primer asalto se libró entre las labores de espionaje y contraespionaje de uno y otro bando. En estos menesteres Japón consiguió saber de forma detallada que ruta de ataque seguir, como cuando y donde hacerlo, Estados Unidos por su parte, obtuvo una gran cantidad de información en 1940 sobre las intenciones japonesas, no obstante en muchas ocasiones esta fue desestimada por parecer poco creíble. Paralelamente Japón pretendía romper toda relación diplomática con EE.UU. 30 minutos antes del ataque a Pearl Harbor. Para ello se pretendió enviar un mensaje que no llego hasta horas después del ataque. De la misma manera la declaración de guerra japonesa que se produciría justo después fue descifrada antes del ataque y enviada a Hawai, pero por problemas burocráticos la alerta no llego a tiempo.
Los aviones volaban bajo para no ser detectados por el radar y aquellos que si se detectaron fueron confundidos con unos bombarderos estadounidenses que tenían previsto que llegasen. El ataque japonés se dividió en 2 oleadas compuestas por 183 aviones la primera y 170 la segunda. La primera oleada contaba con el factor sorpresa por lo que debía ser la más eficaz, con ella se pretendía atacar a los barcos más grandes, portaaviones y acorazados, así como puntos estratégicos en tierra, con el fin de mermar la capacidad de reacción americana que ya de por si era complicada debido a lo imprevisto del ataque. En el momento que atacaron los aviones muchos marineros dormían, y los accesos a muchos cuartos de municiones estaban cerrados. La segunda oleada tenía como destino Bellows Field y Ford Island, una base aeronaval y de infantería de marina en el centro de Pearl Harbor.
No obstante los barcos no fueron el único objetivo. 188 aviones americanos fueron destruidos y 155 dañados, los daños materiales eran muy graves, las pérdidas humanas también. 45 minutos después de que cayese la primera bomba, el ataque concluye. Como estaba planeado aunque con algo de retraso esa misma mañana comenzaron los ataques sobre Hong Kong a los que le seguirían ataques sobre Filipinas, la Isla de Wake, Malasia y Tailandia.
Ese mismo día Roosevelt declara la guerra Japón, 6 días más tarde son Alemania e Italia quienes declaran la guerra a los Estados Unidos. El ataque fue un completo éxito, aunque el principal objetivo, que eran los portaaviones norteamericanos, no fueron alcanzados porque se encontraban fuera del puerto. Esto tendría profundas consecuencias posteriormente.
Las pérdidas americanas fueron enormes pero en modo alguno decisivas: las unidades aéreas del ejército y de la marina quedaron diezmadas y gran parte de la flota en el Pacífico inutilizada.Sin embargo, se salvaron los portaviones que en el momento del ataque estaban navegando rumbo a otras islas, lo cual no deja de abrir nuevos debates sobre si Pearl Harbor fue un ataque inducido por los servicios de inteligencia de los Estados Unidos. Más allá de esto, el almirante japonés Chuichi Nagumo, al mando de las operaciones aéreas desde su buque insignia Akagi, cometió un grave error al suspender un tercer ataque sobre la isla que hubiera permitido la destrucción de los talleres navales, los depósitos de combustible y pertrechos que increíblemente quedaron intactos tras las primeras oleadas de bombarderos. Este exceso de precaución por parte de Nagumo gravitaría en modo decisivo en los años siguientes, porque sin la conservación de las instalaciones de Pearl Harbor y de sus depósitos de combustible, los Estados Unidos hubieran sufrido serios problemas logísticos, viéndose obligados a recurrir a bases lejanas del centro de operaciones. De hecho, durante la batalla de Midway un año más tarde, los diques y talleres de Pearl Harbor serían de gran utilidad para la flota norteamericana. Cabe preguntarse qué hubiera sucedido si Nagumo ordenaba un tercer ataque sobre las islas, destruyendo una infraestructura de vital importancia para los aliados. La historiografía de posguerra ha sobredimensionado las pérdidas norteamericanas por este ataque que no afectó sus bases de abastecimiento, ni sus mejores barcos ni sus portaviones que "providencialmente" fueron retirados de la base pocos días antes de la incursión japonesa.
Japón, una potencia militar que no había perdido una guerra en tres mil años, se enfrentaba a los Estados Unidos y sus aliados, en una lucha titánica y desigual que culminaría con dos bombas atómicas arrojadas sobre su población civil. El ataque a Pearl Harbor quedara para siempre en los libros de historia como uno de aquellos hechos que hicieron que el mundo sea tal y como hoy lo conocemos.
América entra en guerra
1940
1941
|
Almirante Chuichi Nagumo |
Japón, una potencia militar que no había perdido una guerra en tres mil años, se enfrentaba a los Estados Unidos y sus aliados, en una lucha titánica y desigual que culminaría con dos bombas atómicas arrojadas sobre su población civil. El ataque a Pearl Harbor quedara para siempre en los libros de historia como uno de aquellos hechos que hicieron que el mundo sea tal y como hoy lo conocemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario