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martes, 1 de diciembre de 2015

1 de diciembre de 1347 - Llega la Peste Negra a Europa

A finales del año 1347, un barco lleno de marineros moribundos llegados del mar Negro atracó en el puerto de Mesina, Sicilia. Sufrían altas fiebres, los ganglios de sus cuellos e ingles parecían ir a estallar en cualquier momento y su piel estaba cubierta de bultos negros. Morían en apenas unos días sin que ningún médico pudiese hacer nada. La enfermedad, sin causa conocida, avanzó como un rayo por Europa. "Los padres abandonaban a los hijos enfermos. Los abogados se negaban a tomar testamento de los moribundos", cuentan testimonios de la época. En apenas cinco años la peste abrazó Europa de París a Londres y de Barcelona a Moscú, llevándose por delante más de 20 millones de vidas.

El barco de aquellos marineros que trajeron la peste a Europa había recalado en Caffa, en el mar Negro, hasta donde la epidemia había llegado desde China por la ruta de la seda.

La "peste negra" es el nombre dado por los historiadores a la peor epidemia sufrida por Europa en toda su historia. Para los contemporáneos era simplemente la "gran peste", la magna pestilentia en los documentos latinos de la época. Se originó en el Lejano Oriente, probablemente a principios de la década de 1330-1340, y en 1346 apareció en las factorías italianas de Crimea; al año siguiente se había extendido hacia Constantinopla y el Mediterráneo oriental, llegando a Sicilia y a los puertos del Adriático a finales de 1347. A principios de 1348 estaba en Génova, y desde aquí se propagó durante 1348 y 1349, desplazándose lenta pero incesantemente desde el sudeste al noroeste. 

Tanto su progresión local como sus efectos fueron muy irregulares y variables, pues mientras algunas pequeñas localidades quedaron prácticamente arrasadas, otras no sufrieron daño alguno. Londres, París y Florencia, por ejemplo, fueron muy afectadas, mientras que Milán, Lieja y Nuremberg escaparon con daños relativamente de menor importancia.

No está enteramente claro dónde comenzó la mayor epidemia del siglo XIV, quizá en algún lugar por el norte de la India, pero más probablemente en las estepas de Asia central, desde donde fue llevada al oeste por los ejércitos mongoles. La peste fue traída a Europa por la ruta de Crimea, donde la colonia genovesa de Kaffa (Feodosiya) fue asediada por los mongoles. La Historia dice que los mongoles lanzaban con catapultas los cadáveres infectados dentro de la ciudad. Los refugiados de Kaffa llevaron después la peste a Messina, Génova y Venecia, alrededor de 1347/1348. Algunos barcos no llevaban a nadie vivo cuando alcanzaron puerto. Desde Italia la peste se extendió por Europa afectando a Francia, España, Inglaterra (en Junio de 1348) y Bretaña, Alemania, Escandinavia y finalmente el noroeste de Rusia alrededor de 1351. 

Se pensaba entonces que los monjes mendicantes, los peregrinos, los soldados que regresaban a sus casas eran el vehículo para la introducción de las grandes epidemias de un país a otro. Esto pudo ser en parte cierto, pero sin duda el comercio fue más peligroso ya que los barcos llegaban a puerto y descargaban junto con las mercancías las ratas infectadas procedentes de países donde la enfermedad era endémica. Este fue sin duda el medio mayor de difusión.

La información sobre mortalidad varía ampliamente entre las fuentes, pero se estima que alrededor de un tercio de la población de Europa murió desde el comienzo del brote a mitad del siglo XIV

En el siglo XIV, el Vaticano ordenó la matanza de gatos en toda Europa, porque decía que este animal tenia relación con las brujas y los demonios. Por lo tanto había que exterminar y quemar a las brujas con los gatos en las hogueras. De ahí viene el ritual satánico de las hogueras de San Juan. El gato común es un cazador por excelencia de ratas y con ello, conserva la limpieza y control de ratas en las ciudades. Así se evita naturalmente la trasmisión de enfermedades contagiosas que trasmiten las ratas. Europa quedó desamparada antes las epidemias y enfermedades de trasmisión por las ratas. Al no tener ya enemigo directo, las ratas se multiplicaron rápidamente y con ello la transmisión de las enfermedades contagiosas como "la peste negra", con la que murieron millones de personas. A partir de esta situación, decidieron permitir a los gatos volver a las poblaciones para acabar con las ratas, y consecuentemente con la peste negra, que hizo estragos por casi 3 años.


Aproximadamente 25 millones de muertes tuvieron lugar sólo en Europa junto a muchas otras en África y Asia. Algunas localidades fueron totalmente despobladas con los pocos supervivientes huyendo y expandiendo a enfermedad aún más lejos. El descenso demográfico fue en algunas zonas realmente terrorífico. En China y en la India por ejemplo, la peste produjo entre los enfermos que la contrajeron una mortandad que iba del 60 al 90%, los índices de la pulmonar fueron prácticamente del 100%, de ahí que los cronistas de la época nos hablen de que desapareció una cuarta parte, la mitad, o incluso nueve décimas partes de la población.

La gran pérdida de población trajo cambios económicos basados en el incremento de la movilidad social según la despoblación erosionaba las obligaciones de los campesinos (ya debilitadas) a permanecer en sus tierras tradicionales. La repentina escasez de mano de obra barata proporcionó un incentivo para la innovación que rompió el estancamiento de las épocas oscuras y, algunos argumentan, causó el Renacimiento

Esta fórmula del siglo XVII para evitar contraer la peste, revela un conocimiento de su forma de transmisión. La inscripción inferior dice: "COMO COMBATIR LA MUERTE EN ROMA MEDIANTE ROPAS PROTECTORAS, 1656. Así van ataviados los médicos en Roma cuando acuden a visitar a enfermos de la peste. Para protegerse de los miasmas contagiosos se cubren con una larga hopalanda, llevan grandes gafas y sobre la nariz un largo pico de materia aromática. Con sus manos enguantadas manejan una larga vara para señalar lo que necesitan."

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