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jueves, 10 de septiembre de 2015

El Caso Letelier

Con una destacada trayectoria en el ámbito nacional e internacional, Orlando Letelier sobresalió como uno de los colaboradores más estrechos del presidente Salvador Allende y, posteriormente, en su labor de vocero de los grupos de oposición al gobierno militar en el extranjero. Su trágica muerte en un atentado terrorista, acabó con la carrera de uno de los políticos más importantes de las últimas décadas y provocó el repudio mundial de la dictadura militar de Augusto Pinochet.

Orlando Lertelier
Orlando Letelier nació en Temuco en 1932 y a los 17 años ingresó a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, tras un breve paso por la Escuela Militar. En 1955 entró a trabajar al Departamento del Cobre, entidad pública dependiente del Banco Central de Chile, cuya principal función era intervenir en el mercado internacional del cobre y fiscalizar sus condiciones de producción y comercio interno. Desde su ingreso a esta institución, Letelier ejerció funciones directamente relacionadas con el estudio y análisis de los mercados del cobre en Europa y la Unión Soviética, logrando que en 1958, se iniciaran los embarques del metal rojo hacia ese país. En lo personal, estas gestiones le significaron el reconocimiento público de sus capacidades profesionales transformándose, a los 26 años de edad, en un experto nacional en la materia.

En 1959 ingresó al Partido Socialista lo que provocó el despido del cargo que desempeñaba. Poco después, se integró al equipo de trabajo del Banco Interamericano de Desarrollo, donde desempeñó una destacada labor en la gestión de financiamiento para países como Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Chile, Uruguay y Venezuela, entre otros.

Como resultado de su destacada trayectoria internacional y a los antiguos vínculos que lo unían al Presidente de la República Salvador Allende, en enero de 1971, fue nombrado embajador de Chile en Estados Unidos, correspondiéndole la delicada misión de representar las decisiones del Gobierno de Chile, en las materias derivadas del proceso de nacionalización de la gran minería del cobre. En 1973, el Presidente Allende lo designó sucesivamente Ministro de Estado en las carteras de Relaciones Exteriores, Interior y Defensa Nacional.

La traición de Pinochet

La historia guarda paradojas, de aquellas que no hacen más que ratificar el mote de "traidor" que ha perseguido a Augusto Pinochet desde aquel entonces. Era común ver al general "leal" ofreciéndose a ponerle el abrigo a "su ministro" o a cargarle el porta documentos por los pasillos del ministerio. Tanto Carlos Prats, comandante en jefe del Ejército, como el mismo Allende, estaban seguros de la lealtad de Pinochet.

Recuerda Letelier en una grabación que dio lugar al libro "Orlando Letelier. Testimonio y vindicación" de Siglo Veintiuno Editores, Madrid, S.A., 1995:
"Me dijo el general Pinochet:«"Mire, Ministro, aquí hay una tropa de locos, de desequilibrados, que están planteando que es preferible que se produzca ahora una definición (Golpe), y que mueran cien mil personas, antes de que haya un enfrentamiento y una guerra civil en que puedan morir un millón de personas. Yo estoy haciendo lo posible, de acuerdo con lo que me había pedido antes mi general Prats, con lo que me había pedido el Presidente»".
Pinochet, que le llevaba el maletín, le ponía el abrigo y ofrecía lealtad a Letelier, ya instalado en el gobierno y el ex-ministro en el exilio, volvieron a encontrarse. Al igual que otros altos funcionarios del Gobierno de la Unidad Popular, Orlando Letelier fue detenido tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, siendo liberado tiempo después gracias a la fuerte presión que, destacadas personalidades y comités de apoyo internacional, ejercieron en su favor. Desde entonces, partió al exilio a Venezuela y posteriormente a Estados Unidos, en donde llevó a cabo importantes labores como representante de la oposición al régimen de Pinochet, lo que le valió la pérdida de la nacionalidad chilena por medio de un decreto firmado por Augusto Pinochet. Once días después de ello, el automóvil en el que viajaba junto a su asistente Ronnie Moffitt estalló a causa de una bomba activada mediante control remoto.

La investigación judicial de estos hechos ha permitido esclarecer que tanto en la planificación, como en la ejecución del atentado terrorista en que murió, participaron agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional de Chile (DINA), entidad que conspiró con miembros de una agrupación clandestina anticastrista que operaba en Estados Unidos.

La Junta de Gobierno, en el ejercicio de la potestad constituyente que se atribuyó en septiembre de 1973, mediante el Decreto Ley 175 del 3 de diciembre de 1973, modificó la Constitución de 1925 y agregó como causal de pérdida de nacionalidad: "Por atentar gravemente desde el extranjero contra los intereses esenciales del Estado durante las situaciones de excepción previstas en el Artículo 72 Nº 12 de la Constitución Política".

Estableció, además, que esa determinación requería ser declarada por un Decreto Supremo fundado. Más tarde, el Decreto Ley 335 del 2 de marzo de 1974, concedió al afectado por tal medida el recurso de reclamación ante la Corte Suprema, y luego, el Decreto Ley 1301 del 7 de enero de 1976, modificó asuntos de igual contenido.

Por su parte la Constitución Política de 1980, que entró en vigencia el 11 de marzo de 1981,agregó en su Artículo 11, como causales de pérdida de nacionalidad contempladas en la Constitución Política de 1925, el N° 3 que dispone: "Por sentencia judicial condenatoria por delitos contra la dignidad de la patria o los intereses esenciales y permanentes del Estado, así considerados por ley aprobada con quórum calificado. En estos procesos, los hechos se apreciarán siempre en conciencia".

En este contexto, el régimen militar privó de su nacionalidad a nueve chilenos que habían participado en el quehacer nacional: a Orlando Letelier del Solar, Jaime Suárez BastidasAnselmo Sule Candia, y otros ex dirigentes políticos, ministros de Estado, senadores o embajadores; a ex dirigentes sindicales. Y al ex General de la Fuerza Aérea, Sergio Poblete.

Orlando Letelier del Solar fue despojado de su nacionalidad por Decreto Supremo del 10 de septiembre de 1976. El Decreto fue firmado por Augusto Pinochet y todos sus ministros, y publicado en el Diario Oficial en igual fecha. El mismo día 10 de septiembre, en un acto realizado en el Madison Square Garden de Nueva York, Letelier dijo: "Yo nací chileno, soy chileno y como chileno también moriré”. No sabía Letelier que en ese momento estaba en plena ejecución un asesinato que remecería los cimientos de la dictadura. Su propio crimen.

 Decreto por el que se le retira la ciudadanía a Letelier (click sobre las imágenes para ampliar)

El atentado

Pinochet había ordenado a Manuel Contreras ejecutar el homicidio. Éste ordenó a Pedro Espinoza, el segundo al mando de la DINA, implementar la misión. El 21 de septiembre de 1976, una bomba explotó en plena capital norteamericana, cerca de la Casa Blanca. Activada a control remoto, dio cuenta de la vida de Orlando Letelier, su secretaria, Ronni Moffitt e hirió al cónyuge de ésta
Orlando Letelier fue asesinado en Washington por el largo brazo criminal de la DINA, la Dirección Nacional de Inteligencia creada por la dictadura militar-civil con el fin de exterminar a los opositores. Letelier eligió vivir en Washington tras haber sido embajador de Salvador Allende en el país del norte y después de pasar por numerosas prisiones tras el golpe chileno por el “delito” haber sido socialista y estrecho colaborador del Dr. Allende.

En memoria de Orlando Letelier en el lugar que fue asesinado el 21 de septiembre de 1976. Massachusetts Avenue, Sheridan Circle,Washington. Estados Unidos
El autor material del asesinato fue Michael Tonwley, agente de la DINA y de la CIA, experto fabricante de bombas a control remoto (también asesinó dos años antes a Carlos Prats en Buenos Aires, también en el mes de septiembre, el 30/9 de 1974, e igualmente con una bomba instalada en su automóvil).

Townley fue secundado por los terroristas de origen cubano Guillermo e Ignacio Novo Sampoll y José Dionisio Suárez Esquivel y otros terroristas financiados por el Estado construido por la dictadura cívico-militar, como el oficial de ejército Armando Fernández Larios. Hoy todos estos esbirros viven en absoluta libertad en Estados Unidos. El fiscal Eugene Propper negoció con Townley y lo transformó de acusado en testigo. 


La reacciones

EE.UU. Encargó una investigación a más de cien agentes y pidió la extradición de los culpables. Washington amenazó incluso a Chile con cortar las relaciones diplomáticas si no entregaban a Michael Townley, agente de los servicios secretos chilenos, a quien se apuntaba como responsable del asesinato.

El 12 de enero de 1989 Estados Unidos invocó el Tratado para la Solución de Controversias entre Estados Unidos y Chile, para investigar y evacuar un informe sobre los hechos que rodearon las muertes de Orlando Letelier y de Ronni Moffitt en Washington. Ya no habría tanta manga ancha, más de 100 agentes fueron asignados por USA en la investigación. Nixon anunció medidas económicas contra el Gobierno de Santiago, se redujo la representación diplomática estadounidense en Chile y varios créditos le fueron denegados.

La decisión estableció que los Gobiernos de los Estados Unidos y Chile concordaron en que existía entre los Estados una disputa respecto de la responsabilidad por las muertes de Orlando Letelier y Ronni Moffitt en Washington el 21 de septiembre de 1976. USA pidió a Chile, en representación de las familiar de Letelier Morel y Moffitt, el pago de una compensación sobre la base de que Estados Unidos considera al Estado de Chile como legalmente responsable, bajo el Derecho Internacional, por las muertes de Orlando Letelier y Ronni Moffitt, y los daños sufridos por Michael Moffitt.

El Gobierno de Chile, como una forma de facilitar la normalización de las relaciones con los Estados Unidos, decidió efectuar el pago. Ello conllevó además conceder la extradición de Michael Townley, aunque la Corte Suprema denegó la extradición de Manuel Contreras y los demás partícipes en el crimen. Años después, Fernández Larios se entregaría a los norteamericanos y él, junto a Townley, entrarían, ya condenados, al programa de testigos protegidos.

Townley fue condenado por el crimen, pero su pena fue reducida y permanece, en situación de testigo protegido en EE UU. Las relaciones entre ambos países, sin embargo, quedaron dañadas. La Casa Blanca anunció medidas económicas contra el Gobierno de Santiago, se redujo la representación diplomática estadounidense en Chile y varios créditos le fueron denegados.

Kissinger y el Departamento de Estado de entonces han entregado diversas y contradictorias versiones sobre su actuación en el caso Letelier. Siempre se negó que USA conociera los planes de asesinato de la Operación Cóndor antes de la muerte de Letelier. Documentos desclasificados por el Presidente Bill Clinton en 1999, desmienten esa versión, demostrando la existencia de más de 30 documentos de la CIA y el Departamento de Estado que describen los planes de Cóndor, todos antes de Septiembre de 1976. (Dinges, Operación Cóndor 334-336)


El proceso en Chile

Con la llegada de la democracia. En 1990 la familia presentó una querella y el juez de la Corte Suprema Adolfo Bañados, tras una profunda investigación, acusó a Manuel Contreras, ex jefe de la DINA y a su principal subordinado, Espinoza. Bañados condenó a siete y seis años a Contreras y Espinoza, penas muy bajas teniendo en cuenta que se demostró su participación, con los agravantes de premeditación, alevosía y utilización de la función pública. En marzo de 1995, la Corte Suprema confirmó la sentencia por unanimidad.

La abogada Fabiola Letelier, hermana del ex canciller, recuerda: 
"La Corte Suprema, presidida entonces por Israel Bórquez, rechaza el pedido de extradición. Y como se habían fabricado pasaportes para poder hacer misiones preparando este ilícito en Estados Unidos, es sólo entonces que mandan el expediente a la justicia militar. Y ahí intervengo yo. Me hago parte ante la justicia militar. Estoy 10 años investigando con Jaime Castillo Velasco (abogado DC de DDHH) y, después, cuando ya viene la transición, ahí pasa a Adolfo Bañados, quien investiga hasta dictar la sentencia. 
Todo lo del asesinato de Orlando fue una operación de inteligencia que se ideó y se planificó en Chile y en la que, por tanto, participaron -en número muy importante- elementos del Ejército y, fundamentalmente, de los servicios de inteligencia -de la DINA-, para llevar a cabo esta acción de terrorismo internacional en Estados Unidos. Faltan muchos por responder. Entonces, ése es un compromiso que yo tengo, que no puedo dejarlo y lo voy a hacer... Espero tener vida para eso"".
Fue sin dudas todo un hito, pues la Corte Suprema había negado una y otra vez la existencia de abusos a los DDHH por parte de la dictadura. Miles de recursos de amparo habían siso denegados, haciendo vista gorda a los crímenes. El mismo Bórquez había declarado estar "curco" con el tema de los desaparecidos.

Otra consecuencia producida por el asesinato, fue el que se tuvo que determinar qué hacer con la cúpula de la DINA, pues aunque la condena recibida por el crimen fue leve, debían cumplir la pena de manera efectiva, con cárcel. En noviembre de 1993, ya en democracia, las sentencias preocupaban fuertemente al Ejército. Uno de los "petitorios" efectuado por Pinochet a las autoridades democráticas, fue la creación de una "cárcel especial" para los uniformados que pudieran ser condenados por la justicia.

El ministro del Interior, Carlos Figueroa, fue quien recibió las "inquietudes" del ex dictador. El ex jefe de la DINA fue trasladado a Punta Peuco la madrugada del 21 de octubre de 1995 y continuó allí hasta el año 2001. Aunque recuperó la libertad, más tarde, el 2005 volvió a caer por otras causas, esta vez para no salir más más de la cárcel 

Sin duda una acción de la naturaleza del asesinato de Orlando Letelier en suelo extranjero, no fue obra de unos pocos. La ejecución del crimen estuvo o debió estar en conocimiento de los máximos personeros de la época. Militares y civiles. Eso jamás se ha vuelto a investigar.


Agregado: 9 de octubre de 2015


El País: 
Pinochet ordenó el asesinato de un diplomático chileno en Washington 

John Kerry entrega a Bachelet 300 documentos desclasificados que prueban la autoría del atentado contra Orlando Letelier

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Fuentes

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