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viernes, 27 de febrero de 2015

27 de febrero de 1933 - Se incendia el edificio del Reichstag, el parlamento alemán

La noche del 27 de febrero de 1933, en plena campaña electoral,  el edificio del Reichstag, el parlamento alemán, ardió en llamas proporcionando a los nazis la excusa perfecta para culpar a los comunistas y obligar al día siguiente al presidente Hindenburg a suspender las garantías constitucionales con el “Decreto del incendio del Reichstag”. 

El Reichstag
La policía alemana detuvo en el interior del Parlamento alemán a un joven izquierdista holandés, Marinus van der Lubbe, que sería guillotinado un año después tras un juicio en el que los líderes comunistas acusados culparon abiertamente a los nazis de haber causado el incendio para disolver el Parlamento y poner en marcha su sistema totalitario.

Hay que tener en cuenta que en ese momento los comunistas disponían de un cierto poder en el parlamento con 100 diputados y el respaldo del 16,9% de los votos de las elecciones de noviembre de 1932, siendo la tercera fuerza del parlamento por detrás de los socialdemócratas, con 121 escaños en el Reichstag y con el 20,4% de los votos, y del partido nazi que contaba con 196 escaños y el 33% de los votos.

El incendio supuso el inicio de la institucionalización de las ideas nacionalsocialistas. Hitler anuló importantes derechos fundamentales como la libertad de opinión, de prensa, de asociación y reunión, se suspendió el secreto epistolar y telegráfico, así como la garantía de la inviolabilidad del domicilio y se autorizó a la policía a prohibir reuniones. Se endurecieron delitos como la alta traición a la nación, que se podían castigar ahora hasta con pena de muerte. Todo ello fue instaurado con el “Decreto para la Protección del Pueblo y del Estado”, también conocido como el “Decreto del incendio del Reichstag”.

El Reichstag luego del incendio
Historiadores alemanes corroboraron años después la teoría de la autoría nazi. Diez miembros de un comando de la SA habrían participado en el incendio del Reichstag. Todos ellos fueron asesinados en 1934 por las SS en la “Noche de los Cuchillos Largos”. En 2008 el Tribunal Federal de Justicia de Alemania anuló el veredicto a Van der Lubbe al considerar que las conclusiones para condenarlo a muerte habían sido “injustas”.

De todas maneras, al día de hoy se sigue debatiendo la verdadera autoría de este incendio. 

Durante los interrogatorios a los que fue sometido en los Juicios de Núremberg, Hermann Göring negaría fuertemente cualquier responsabilidad sobre el incendio. Le dijo lo siguiente al general William J. Donovan, jefe de la Oficina de Servicios Estratégicos de los Estados Unidos:
"Al menos debería estar convencido de que con la muerte mirándome a la cara, no tengo necesidad de recurrir a mentiras. Le doy mi palabra de que no tuve nada que ver con el incendio del Reichstag."
Schwerin von Krosigk, cuando también era prisionero de los americanos en Mondorf, le preguntó a Göring con una sonrisa: "Dime la verdad. ¿Le prendiste fuego al Reichstag?". Este simplemente se encogió de hombros y replicó, 
"Querido amigo, incluso ahora estaría orgulloso de haberlo hecho. Pero no lo hice.".
Lo mismo le dijo, más o menos, a Papen durante su cautiverio juntos. El embajador inglés Sir Horace Rumbold, que también había ido a ver el incendio, escribió lo siguiente en su informe para Londres del 1 de marzo.
Hay la sensación entre muchas personas sensatas de que puede que este acto de vandalismo estuviera inspirado por elementos nazis, pero no por líderes del partido.

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