En la mitología prehispánica de culturas como la azteca se pensaba que el hombre había sido creado por el sacrificio de los dioses y, por lo tanto, debía corresponder ofreciendo su propia sangre para la continuación de la vida. Estas deidades necesitaban de igual forma el sacrificio que les proporcionara la vida, la cual se hallaba en la sangre del corazón de los humanos. De ahi que en la cultura azteca tuviera tanta importancia: fortalecía el vínculo entre los dioses y hombres, pues se necesitan mutuamente para existir.
Hoy se celebra en México, un día muy especial, dedicado especialmente a aquellos que se han adelantado en el camino, es por eso, que hoy abordaremos este tema, que es una tradición milenaria que tiene un hermoso y profundo significado en este país.
Los aztecas, esta cultura prehispánica tan conocida y desconocida a la vez, pues la sociedad actual, la tiene en un concepto de "sanguinaria" (idea generalizada hoy, gracias al proceso de evangelización por parte de los conquistadores españoles), cuando en realidad, no entienden del todo, la cultura y creencias de esta antigua civilización.
Tanto en la azteca como en el resto de las culturas prehispánicas, la muerte era abrazada con respeto y sin temor. La tenían presente en su cosmogonía, en su filosofía, en sus mitos y en sus festividades. Todo giraba alrededor de la dualidad vida-muerte, todo tenía una contraparte, era un principio fundamental entre los aztecas.
Es probable que esta dualidad naciera del hecho de los cambios climatológicos, los periodos de lluvias y temporadas secas. Los ciclos naturales les enseñaron que tras el periodo seco, siempre regresaba un periodo de florecimiento, y era este ciclo continuo el que explicaba a su vez la existencia de las noches y los días, y de la vida y la muerte.
Así, los aztecas entendían que para que existiera esta dualidad regeneradora de vida, ellos tenían la "responsabilidad" de mantener el equilibrio entre los hombres y el universo, y por ello se explica que se realizaran sacrificios humanos, pues de la muerte surge la vida.
Pero, ¿a donde iban los muertos?
Todos tenían un lugar específico al momento de su muerte. Por ejemplo, los guerreros caídos en combate o sacrificio eran elegidos para acompañar al Sol desde su salida hasta el mediodía, y las mujeres muertas en parto (consideradas guerreras por la lucha que tuvieron que sostener al dar a luz) eran elegidas para acompañar al Sol desde el mediodía hasta el atardecer. Pero solo los hombres, al pasar 4 años, se convertían en aves de rico plumaje para regresar así, a la vida eterna.
El tlalocan era otro lugar donde iban los muertos, pero aquí iban los que partieron por causa de diversas enfermedades, por ahogamiento o por un rayo. Este era el lugar imperecedero de vida eterna, el.siempre verde, y en este habitaba el dios del agua y sus ayudantes, los tlaloques.
Y el tercer lugar a donde se dirigían los muertos era el Mictlan, al que iban todas las personas que morían de muerte natural o de enfermedades no relacionadas con el agua. Se creía que para llegar a este sitio, se tenía que atravesar un largo camino lleno de peligros entre los que estaban: el lugar de la culebra que guarda el camino, y el lugar del viento frío de navajas.
En el Mictlan residía una dualidad: Mictlancíhuatl y Mictlantecuhtli, señor y señora del mundo de los muertos. El Mictlan era concibido también de forma dual, como una caverna a través de la cual llegan los muertos, pero de igual forma era el lugar del nacimiento de los hombres. Y de eso último se encargó (de acuerdo a la mitología nahuatl) el dios Quetzalcoatl: bajó al Mictlan y habló con Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl y tomó los huesos. Pero cuando este recogió lps huesos y se alejó, tropezó cayendo al suelo, donde se esparcieron los huesos. Cuando finalmente logró salir, los bañó con su sangre, a la vez que los dioses hicieron penitencia, logrando así el nacimiento del género humano. Con este relato nos damos cuenta nuevamente cómo se repite el concepto dual de los aztecas, ya que de los huesos de los muertos, nació la vida.
Como información adicional, podemos incluir que los aztecas tenían la creencia de que ciertos animales estan vinculados con la muerte, entre ellos, la serpiente, animal que para ellos, estaba asociado con la dualidad vida-muerte, puesto que cambiaba de piel, regenrándose en un ciclo, así mismo, en la antigüedad, algunas culturas creían que era este animal, el encargado de crear los sinuantes ríos, los caminos del mundo, con su serpeenteante cuerpo ( de ahí que el dios Quetzalcoatl tuviera un "lugar privilegiado" entre los dioses antiguos, puesto que su dualidad serpiente-emplumada, lo mostraba como la perfecta unión entre lo divino y lo terrenal)
La Fiesta de la Muerte
Es asi, como con lo anterior, nos damos cuenta de la importancia que la muerte tenía entre los aztecas quienes también la celebraban de diversas formas. Por ejemplo: se sabe que el noveno mes del año de su calendario, era dedicado a la fiesta de los muertos niños. Para ellos, se realizaban ritos y festividades con los que se les recordaba, y a la vez se prevenía su muerte mediante hechizos que realizaban los ancianos. Pero también el décimo mes del año, hacían grandes solemnidades sacrificando un gran número de hombres, colocándoseles abundantes ofrendas a su alrededor mientras un grupo de jóvenes bailaban en torno suyo adornados con plumas y joyas, lo cual era una forma de celebrar la muerte y darle bienvenida a la vida.
Es por eso que hoy día los mexicanos seguimos celebrando la muerte y lo hacemos porque es una tradición que nos acerca con nuestro pasado, reafirma nuestra cultura y nos permite relacionarnos con ella para conocerla más de cerca, así como lo hacían los antiguos mexicanos
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